Sueldos congelados para dar ejemplo en crisis

Sin embargo, ¿ganan mucho, poco o suficiente? La pregunta, embarazosa, surge alentada por la ausencia de una normativa y por el oscurantismo que recorre la columna vertebral del poder municipal sin distinción de siglas. El resultado: hay nóminas a gusto del consumidor. Varían entre unos ayuntamientos y otros sin orden ni concierto y no tienen en cuenta, ni siquiera, el número de habitantes que dirigen a la hora de asignarse una remuneración que sale del bolsillo de todos los ciudadanos.
La congelación del sueldo es la mayor medida de austeridad tomada por los alcaldes jiennenses en tiempos de crisis. Hay otra más importante, la reducción de la nómina, aunque sólo es respaldada en dos ayuntamientos: en Andújar y en Bailén. En el primer caso, Jesús Estrella se ha bajado la remuneración un cinco por ciento. En el segundo, Bartolomé Serrano la ha reducido un dos por ciento y, el resto de concejales liberados, un seis por ciento. En el lado opuesto se encuentran quienes han decidido incrementar el dinero que perciben. Son dieciséis los alcaldes que optaron por subidas, aunque en ningún caso el porcentaje es superior al dos por ciento.
Los sueldos, facilitados a este periódico directamente a través de los alcaldes (sólo en Albanchez de Mágina y en Higuera de Calatrava los dio la oposición), sólo superan los tres mil euros netos en el caso de la  alcaldesa de Jaén, Carmen Peñalver, aunque, en este caso, es la que menos cobra de todas las capitales de Andalucía y está entre las últimas de España. Le siguen muy de cerca Elena Víboras, en Alcalá la Real; Juan Fernández, en Linares; David Avilés, en Puente de Génave, que tiene su sueldo de maestro, y la de Los Villares, Carmen Anguita, que especifica que cobra lo mismo que en su trabajo de origen. En total, hay veintiocho dirigentes municipales que cobran más de dos mil euros. La mayoría, en concreto cuarenta y nueve, son “mileuristas”. Hay tres que perciben menos de mil euros y diecisiete que no tienen remuneración municipal. Son los que no están liberados para desempeñar su función pública y el dinero que entra en sus casas les llega directamente de su trabajo privado. En el caso de los maestros, es la Junta de Andalucía la que se encarga de pagar a los alcaldes. Algunos ni siquiera cobran por asistencia a plenos y comisiones.
Hay casos curiosos en los que, en municipios con alrededor de mil habitantes, los sueldos superan los dos mil euros, algo que, sin lugar a dudas, también contribuye al endeudamiento de las arcas municipales. Se trata de Albanchez de Mágina o de Torres, donde Alejandro Morales cobra dos mil euros y Elvira Sanjuán, dos mil cuatrocientos, respectivamente. Sirva el siguiente ejemplo: si en la capital, a cada jiennense le cuesta dos céntimos mantener el sueldo de Carmen Peñalver, cada torreño tiene que aportar 1,42 euros para pagar el salario de su alcaldesa. Sobran las palabras.