Solo un pacto de investidura

Y, por fin, llega el pacto. El bloqueo institucional tras las elecciones autonómicas en Andalucía tenía sumida a la comunidad en un “stand bye” nada bueno para una región que requiere tener el motor revolucionado para aspirar a más, a mucho más. Finalmente, Ciudadanos desbloquea la situación y saca del limbo a una Susana Díaz que, aunque amenazó con unas nuevas elecciones no estaba por la labor por más que le fueran propicias. El coste de imagen también era evidente. La provisionalidad en el Gobierno andaluz tampoco era una buena carta de presentación. Estaban obligados a entenderse, y dado que las exigencias de Podemos no las contemplaban los socialistas, Ciudadanos toma el protagonismo, sin complejos, apoyando un gobierno del PSOE aquí y haciendo lo propio con uno del PP en Madrid. En este sentido, el partido que lidera Albert Rivera tiene claro que prefiere ser el partido de la “gobernabilidad” que el de la paralización. En este punto parece estar en consonancia con lo que pide la mayoría del electorado español. Es un tiempo nuevo, sin claras mayorías, con otros agentes políticos y con una necesidad imperiosa de renovación de estructuras. Además, la estrategia de Ciudadanos pasa por apoyar investiduras y acciones de gobierno, pero sin estar dentro, con lo que se asegura también un papel principal en la oposición. Estos equilibrios serán fundamentales para ver si la convierten en una fuerza con opciones de gobierno real o solo bisagra. Lo que es evidente es que desde el punto de vista de la estrategia, el partido de Rivera ha dado un  buen golpe a Podemos que, de momento, queda aturdido y un poco descolocado para aspirar “al cielo”. 

    11 jun 2015 / 15:29 H.