11 oct 2014 / 09:34 H.
El jarro de agua fría que supuso el cierre de Holcim en Torredonjimeno activó proyectos para restituir la importante pérdida de empleo en el municipio y en la comarca. De los auspiciados con el apoyo político y las ventajas municipales que podía ofrecer el propio Ayuntamiento solo el de Gestamp tuvo suficiente entidad. La promotora de una planta de biomasa presentó un proyecto que generaría 130.000 megavatios, evitando la emisión de 100.000 toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera y, sobre todo, la creación de 200 puestos de trabajo directos. Es decir, un megaproyecto que ilusionaría a cualquier comarca de España. Sin embargo, justo cuando estaba en plena tramitación y con el aval de 45 millones de euros depositado por la empresa en el Ministerio de Industria, las reglas del juego energético cambiaron de forma calamitosa. El decreto 413/2014 impide una inversión sustanciosa porque cambia las ayudas que hasta ese momento tenía el sector de las energías renovables. El único resquicio, habrá que determinar también si legal, es que el proyecto se gestó y tramitó antes de dicho decreto, por lo que aunque se cambien las ayudas y dado el carácter del propio proyecto y la zona en el que se desarrollaría podría tener alguna opción. En este sentido, y sin invadir competencias o incumplir la ley, también la Junta de Andalucía podría dar un paso al frente para regular una iniciativa de gran calado empresarial y medioambiental. Sin necesidad de acudir a la hemeroteca, la administración andaluza y sus representantes se comprometieron a hacer todo lo posible para cerrar la sangría de pérdida de empleo que supuso el cierre de Holcim. Pues bien, han pasado casi tres años.