Solo con trabajo no se gana
Llevaba razón Daniel Rodríguez cuando dijo con rotundidad que para su equipo era una final el partido con el Elche Alberola. El Jaén Paraíso Interior fracasó en su intento de engancharse a los ocho puestos que permiten jugar la Copa de España. Defender el título parece que es una utopía. Matemáticamente es posible, pero el Jaén Paraíso Interior no desprende las sensaciones de la pasada temporada. Es frágil en defensa y en ataque resuelve un porcentaje muy inferior de las ocasiones que genera. El catálogo de impresiones negativas se completa con un dato irrefutable: siempre tiene que ir a remolque en el marcador. Así es muy difícil de ganar los partidos, porque el colectivo vive instalado en un estado de ansiedad permanente.
La historia ante el Elche fue la misma que ante el UMA Antequera. Los amarillos llevaron la iniciativa, generaron infinidad de ocasiones, pero al final no sumaron los tres puntos. En esta ocasión lograron uno después de remontar el marcador en un minuto de locura. Del 1-3 se pasó al 4-3 con los goles de Cuco, Dani Martín y Solano. El rival se dedicó a defenderse y a vivir de la candidez defensiva y el error del contrario. Cada llegada era un calvario para Dani Cabezón, que en el segundo tiempo tiró de manual para realizar tres paradas de mérito cuando más lo necesitaba su equipo. En esta dinámica de juego y resultados, el gaditano Eloy Rojas y el madrileño Cuco se han convertido en un sostén para la plantillan. Ellos asumen la responsabilidad en estos momentos, pero no basta. Un gol de estrategia y un resbalón, precisamente de Rojas, penalizaron a los locales. El 1-2 era un resultado remontable en el segundo periodo, pero no se esperaba el 1-3 en otra acción desafortunada que obligó al meta Dani Cabezón a salir de forma desesperada.
Con el partido perdido emergió el mejor Jaén FS. Presionó con más orden e intimidó al Elche. En un minuto de éxtasis y locura remontó el partido. Parecía que el triunfo no se escapaba, pero este colectivo carece de regularidad esta campaña. Cobeta, el técnico ilicitano, se la jugó y alineó al portero-jugador a falta de cinco minutos. Jesús García asumió la responsabilidad y la apuesta le salió a la perfección, porque Vicen empató a cuatro.
Otro golpe en seco cuando menos se esperaba. La recta final fue una continua lucha contra el reloj. Varilla realizó excelentes paradas y salida del portero-jugador no resultó efectiva en ningún momento. Con los dos pívots, Solano y Buendía, se intentó generar más juego interior. Todo en vano. El marcador no se movió y el Jaén Paraíso Interior dio un paso atrás en sus aspiraciones de defender su título. Guadalajara queda muy lejos para el equipo. Ahora mismo está a siete puntos. Lo peor es que es que las diferencias aumentan con el paso de las jornadas y los empates ya no valen.