Solares que acumulan años, quejas y basura

Antonio Heras/Jaén
El casco antiguo cuenta con muchos solares con solera. Es decir, con tantos años que se han convertido, casi, en una tradición más del barrio. Sin embargo, los residentes lamentan los innumerables inconvenientes que atraen, desde la basura hasta animales poco recomendables como las ratas.

    30 ene 2012 / 10:12 H.

    Algunos están en venta, otros a la espera de que un proyecto de construcción de viviendas salga adelante. Unos pertenecen a un particular, aunque la mayoría, con el tiempo, pasa a manos de administraciones públicas. La situación jurídica varía pero, en cambio, su ubicación se concentra en determinados barrios.
    El problema de un terreno vacío es que, con el tiempo, se llena, aunque no siempre de cosas buenas. La basura, la vegetación salvaje y los animales campan a sus anchas por varios de los solares más antiguos de la ciudad y, periódicamente, son objeto de denuncia por parte de unos vecinos que empiezan a estar más que hartos.
    De estos espacios sabe, y mucho, la presidenta de la Asociación de Vecinos Torre del Concejo, de San Juan, María Cantos. “Es un barrio con mucho tránsito, y el centro mismo del casco antiguo. Por eso, hay solares que claman al cielo, como ese inmenso del APA3”, explica Cantos, en referencia a unos terrenos de grandes dimensiones situados entre las iglesias de San Juan y San Andrés que, en principio, se iban a convertir en un instituto. “Luego dijeron que iba a ser un centro multiusos, y ahora pues no sabemos qué querrán hacer”, informa la presidenta de “Torre del Concejo”, que recuerda que el instituto de Educación Secundaria era, sin duda, lo más necesario para el barrio, que no cuenta con ninguno. “Cubriría la demanda escolar y la deportiva, ya que se decidió que las pistas del centro las podrían usar los vecinos también”, comenta Cantos.
    Un simple paseo por el casco histórico sirve para conocer algunos de los solares con más “solera”, como los de las calles Los Macías, Vicario o Alguacil.
    Sin embargo, desde “Torre del Concejo” prefieren mantener una actitud positiva. “Los problemas se pueden convertir en oportunidades”, afirma Cantos. “Si no se puede acometer, por ejemplo, un macroaparcamiento, se pueden hacer otros medianos, de veinte o treinta plazas, porque los solares son un suelo tan válido como cualquier otro”, considera la presidenta del colectivo, que apuesta, de igual modo, por las zonas verdes como solución —temporal o definitiva— para estos espacios, y pone de ejemplo el terreno de la calle Elvín, donde ya se han planteado varios proyectos que no vieron jamás la luz, como un planetario o el museo-almazara del aceite. “Ese solar es muy problemático, porque tiene un jardín muy amplio y frondoso que requiere, por lo tanto, mucho mantenimiento. Si no, se llena de maleza que luego tapona los desagües y crea corrientes de agua y filtraciones en las casas de más abajo”, explica Cantos. “Tiene impresionantes vistas de la ciudad, así que creemos que sería una buena idea que se acondicionara para que, por lo menos, los jardines sean disfrutados por los vecinos y los turistas, mientras se decide qué hacer con el terreno”. Para ello, eso sí, se tendrán que retirar los escombros de una casa que la Administración expropió y que, con el paso del tiempo, se cayó, y sus restos se quedaron allí.
    “Torre del Concejo” propone, de igual modo, abogar por las viviendas para estudiantes, en lugar de ceñirse exclusivamente a las de protección oficial. “Qué mejor momento que ahora, cuando empieza el Grado Superior en la Escuela de Artes y Oficios de Martínez Molina, para atraer a gente joven al barrio”, declara Cantos. “Aunque, para ello, el servicio de transporte debería mejorar”, añade, con una sonrisa.