Solamente el 19,5% de los jóvenes logra abandonar el hogar familiar
Todos los jóvenes sueñan con que llegue el ansiado momento de “hacer el petate” y marcharse del hogar familiar, dejar atrás a papá y a mamá y encontrar su propio futuro. Es lo que se denomina emanciparse y que con el paso de los años de crisis ha pasado de ser un proyecto de futuro a convertirse en un sueño prácticamente inalcanzable para un gran número de andaluces y, por ende, de jiennenses.

Según el Observatorio de Emancipación, un informe elaborado por el Consejo de la Juventud de España y en el que se analizan las condiciones sociolaborales de la juventud con carácter estatal y por comunidades autónomas y que se obtiene de la explotación estadística de la Encuesta de Población Activa (EPA) del cuarto trimestre del año 2014, Andalucía, con un 19,5%, presenta la cuarta tasa de emancipación más baja del país y un 4,89% menos de jóvenes de entre 16 y 29 años independizados que en 2013. Una cifra que solo empeora en las regiones de Cantabria, Extremadura, Asturias, Navarra y Castilla y León, donde el porcentaje de jóvenes menores de 30 años que ha logrado dejar atrás el “nido” familiar tampoco es superior al 20%. Un porcentaje algo inferior a la media estatal, que se sitúa en torno al 21,5%, una cifra muy baja que no se alcanzaba en España desde 2003.
Situación. En Andalucía, los ingresos mínimos necesarios para que un joven pueda adentrarse en el mundo desconocido de la emancipación —es decir, dedicar el 30% de su renta al pago de una hipoteca media para la adquisición de una vivienda libre— son de 18.938,57 euros, lo que supone ganar 1.578,21 euros cada mes. Pero esta cifra queda bastante alejada de la realidad andaluza, donde el salario medio anual de una persona de entre 16 y 29 años es de 11.058 euros, lo que supone una diferencia con los ingresos medios de los hogares nacionales del 15% y con el salario medio de las personas jóvenes del 75%.
Si se “provincializan” los datos facilitados por el Observatorio de la Emancipación, Jaén no sale bien parado. A pesar de que aquí existe el mayor porcentaje de población joven —un 17,66% de la ciudadanía es menor de 30 años—, los jóvenes de la provincia que deseen abandonar el hogar de origen tienen que tener unos ingresos mensuales, como mínimo, de 1.024,39 euros (12.292,63 anuales), lo que supone que Jaén es la zona de Andalucía en la que menos dinero se necesita para afrontar una nueva vida de independencia. Además, esta cifra ha sufrido una variación interanual del -12,30%.
De este modo, en Almería son necesarios 17.274,74; en Cádiz, 20.528,90; Córdoba, 17.565,59; 16.780,59 en Granada; en Huelva, 17.033,92; en Málaga, 23.181,02, y en Sevilla, los jóvenes necesitan ganar al menos 19.931,55 euros para poder dedicar el 30% al pago de su vivienda. Y es que, según el Observatorio, en Andalucía un joven ha de destinar de media unos 408 euros al pago del alquiler, y si se tiene en cuenta que el salario medio es inferior a los 1.000 euros, entonces dedicar el 30% a pagar el hogar es un sueño.
La principal razón por la que los jóvenes no pueden emprender su aventura residencial en solitario no es otra que la crisis. Pero, como recoge el boletín del Observatorio de Emancipación, “la precariedad, la temporalidad, la subocupación y la sobrecualificación siguen siendo las principales características de las condiciones laborales”. Así, de los 66.281 parados que hay en la provincia, casi 5.000 son jóvenes menores de 25 años.
En el ámbito regional, solo el 31,4% de las personas jóvenes de menos de 30 años cuenta con un puesto de trabajo; una de cada cuatro está subocupada, es decir, se emplea menos horas de las que podría, lo que supone un aumento anual del 30%, y el 67,6% tiene un contrato temporal. Una realidad tangible y desoladora que no parece tener visos de ceder, sino que parece que se perpetúa y que seguirá condenando a los jóvenes a tener que vivir “sí o sí” en casa de papá y mamá porque, con o sin trabajo, no da para independizarse.