Sol y playa en familia en el corazón de la Costa del Sol

Luisa Moral
Pocos destinos turísticos pueden presumir en España de ser un referente en el sector dentro y fuera del país. Fuengirola, sin embargo, es uno de los elegidos. La ciudad “vive” y trabaja para los turistas nacionales y extranjeros que se dan la mano en las calles y playas de este motor de la Costa del Sol. A apenas dos horas y media de Jaén, no son pocos los habitantes de la provincia que la convierten en destino vacacional y, en muchos casos, también residencial.

    09 ago 2009 / 10:41 H.

    De hecho, un reciente estudio elaborado por la empresa Tecnocasa asegura que Fuengirola presenta los alquileres más asequibles de la zona para los maltrechos bolsillos de los visitantes en la actualidad. Hoteles y apartamentos ofrecen una oferta de alojamiento que ronda las nueve mil plazas. La mayor parte de los jiennenses que se desplazan hasta la ciudad para disfrutar de unos días de vacaciones eligen esta alternativa. La razón se encuentra en el elevado precio de los inmuebles, como aseguran, por ejemplo, los bailenenses Eva Pérez y Manuel Soler. Los pocos que poseen casa en propiedad, como las hermanas Barajas, oriundas de la capital, lo hacen desde hace más de veinte años, cuando el coste de las viviendas era más bajo.
    La calidad de las playas y el contraste entre el ambiente festivo que respira la ciudad al caer la noche y la tranquilidad del turismo más familiar son dos de los aspectos más valorados por los visitantes de la provincia que repiten año tras año su experiencia en la Costa del Sol. No en vano, Fuengirola es la única ciudad española que, este año, cuenta con banderas azules en todas sus playas —Carvajal, Fuengirola, Los Boliches, San Francisco, Santa Amalia, Torreblanca y Ejido—, lo que se traduce en serias complicaciones para encontrar un hueco en el que colocar la sombrilla cerca del mar.
    A pesar de encontrarse en plena costa, Fuengirola carece del “espíritu” propio de una ciudad marinera. Una estatua de la Virgen del Carmen en pleno paseo marítimo recuerda, sin embargo, un pasado más que lejano. El puerto, que en los años 70 acumulaba decenas de barcos pesqueros, deja ver ahora lujosos yates de recreo y embarcaciones de paseo. Los jiennenses que acuden con regularidad a la ciudad desde hace décadas aseguran que, en apenas dos décadas, se ha transformado profundamente y ha perdido parte de su encanto debido, principalmente, a la desaparición de las casas típicas de los pescadores. En su lugar, edificios hoteleros, bares, restaurantes y comercios ofrecen una amplia oferta de ocio para deleite de todos los turistas, motor económico de la ciudad, que doblan la población con la llegada de cada verano. La zona de Los Boliches es una de las más frecuentadas por los turistas de la tierra. La caída de la tarde, cuando menos calienta el sol, es uno de los momentos preferidos por los visitantes de Jaén para disfrutar de la playa y de un baño en el mar. Frente a ella, en el restaurante Casa Antonio, es habitual, también, encontrar a algún que otro jiennense disfrutando de una partida de dominó.
    Para quienes prefieren otro tipo de actividades más propias del mar, Fuengirola, “un sol de ciudad”, como reza en su eslogan, ofrece la posibilidad de practicar deportes marítimos como la vela o el submarinismo, gracias a las empresas que se dedican a ello y que tienen su sede en el Puerto Deportivo. Paseos en barco con avistamientos marinos o pesca en alta mar de especies como el atún son otras de las actividades de ocio típicas de la zona.
    La proximidad de la ciudad a la capital malagueña, así como al resto de municipios que conforman la parte más occidental de la Costa del Sol, es otra de las cualidades más apreciadas por los turistas jiennenses. A apenas unos minutos de distancia de Benalmádena o Torremolinos, quienes se decantan por Fuengirola como lugar de vacaciones se trasladan, con frecuencia, a estos lugares para disfrutar de instalaciones como Tivoli World, el parque de atracciones al que acuden las familias con los más pequeños como “visita obligada”, aseguran.
    Ya de vuelta a Fuengirola, el patrimonio histórico de la ciudad, en el que destaca el castillo de Sohail, es otro de los alicientes que motivan la visita al municipio. Sus instalaciones acogen, con frecuencia, la celebración de fiestas o actuaciones. Sin embargo, la estampa más característica de Fuengirola son los chiringuitos situados a pie de playa con sus espetos al fuego. Cada año son más los jiennenses que se dejan seducir por ella y aseguran que quienes prueban, repiten.