Socavones en la entrada de la iglesia Santiago Apóstol

Lo hicieron con el alcalde Miguel Sánchez de Alcázar, después con Carmen Peñalver y, ahora, con José Enrique Fernández de Moya. La respuesta ha sido siempre la misma, el silencio.
Los socavones son patentes. Están en la entrada, en un aparcamiento que no es de propiedad de la iglesia, sino que es municipal. Durante la semana, se llena de coches que aparcan allí para poder acudir a las administraciones. Más de uno, tal y como explica el consejo, ha tenido problemas a causa de los baches. Además, ya hay varias personas que han sufrido caídas aunque, según los parroquianos, no han querido presentar denuncia.
A estas consecuencias se les suma la mala imagen que ofrece en el momento de celebrar una ceremonia. Ya sea entierros o bodas, las personas que acuden al templo de Santiago Apóstol tienen que sortear los profundos socavones. Es por este motivo que, una vez más, solicitan al Ayuntamiento que reparen la zona para evitar que se puedan producir accidentes importantes.