Sobresalto en Mancha Real por disparos de escopeta

Pero algo inquietó a los usuarios y trabajadores del centro el pasado sábado, escuchaban disparos y fueron tantos que, asustados, avisaron a las Fuerzas del Orden. Los primeros en acudir en busca del autor de los tiros fueron los agentes de la Policía Local mancharrealeña. La patrulla, una vez que vio la situación, decidió pedir la colaboración de la Guardia Civil.
En el lugar de los hechos, los agentes encontraron al que parecía el principal sospechoso, un sujeto, de 38 años, al que identificaron. No portaba nada que fuera capaz de pegar un tiro, pero la labor de los policías y guardias civiles fue clave para encontrar las pruebas que le consideran el supuesto autor de un hecho delictivo. Oculta entre la maleza, fue posible encontrar un arma, una escopeta de aire comprimido.

No fue el único hallazgo. Al inspeccionar el rifle, se comprobó que, aunque es del calibre 4,5 milímetros, tenía recortado el cañón para modificarlo por otro superior, con el objetivo de poder municionar proyectiles del 38. Entre los matorrales, además de la escopeta alterada, se localizaron 23 cartuchos del calibre 32, una caja de balines, un rollo de cinta adhesiva y balines. Se desconoce el objetivo del supuesto poseedor del arma y si, realmente, fue él quién disparó. Las investigaciones tendrán que determinarlo. Por el momento, a este varón se le imputan los delitos de tenencia de arma prohibida. Fuentes consultadas explican que el trabajo realizado en el arma supone un gran peligro para quien la usa, al no garantizar la seguridad necesaria para la realización de disparos. Lo ocurrido causó una gran alarma entre los usuarios y profesionales que frecuentan este sede de la asociación de Aprompsi.