Sobre la herencia de Cela

Camilo José Cela, el gran escritor de la posguerra, premiado con el Nobel de Literatura en 1989 —y con quien tuve el raro privilegio de haber trabajado en calidad de secretario personal y colaborador directo durante los últimos años de su vida—, vuelve a ser noticia, precisamente, durante esta misma semana por un motivo no exento de interés público: su herencia.

    17 oct 2014 / 09:04 H.

    Creo que sobra advertir que mi opinión en este sentido viene más que a colación, sobre todo porque viví en primera persona muchos de esos acontecimientos que con el tiempo han ido engrosando una más que sospechosa cadena de errores. Me explico. Antes de nada, considero que se ha hecho justicia, el hijo del escritor padronés, Cela Conde, consigue finalmente lo que por ley le corresponde, ni más ni menos, y es que el Tribunal Supremo ratifique su derecho a percibir las dos terceras partes de la herencia de su padre, es decir, 5,2 millones de euros. La que fuera viuda del Nobel, Marina Castaño, habrá de hacer frente y desembolsar parte de ese dinero, el resto, corresponderá a la propia fundación que lleva el nombre del escritor. Por otro lado, personas muy vinculadas al autor de La familia de Pascual Duarte en la última etapa de su vida y, al mismo tiempo, ajeno al entorno de Cela Conde, se encargarían de ir prodigando siempre a bombo y platillo —más aún tras la muerte de su padre— que el hijo no hizo intentos, ni siquiera, por tocar en su puerta ni llevarle a ver a su nieta en esos “años oscuros” en la vida del Nobel. Aquí es donde debo alzar la voz, y aunque esto nada tenga que ver con la herencia, evidentemente, sí quisiera dejar constancia de la absoluta falacia y malsano interés que se ha tenido en tergiversar la única verdad existente. No solamente el hijo del escritor hizo varios intentos para que su única hija, Camila, fuera a conocer a su abuelo, sino que siempre hubo una excusa de última hora que impidió llevar a cabo la unión de abuelo y nieta. De todos modos la exviuda se adelanta a decir recientemente en algún medio de comunicación que ella no quiere nada y que las cuestiones materiales le aburren que la matan. Mi verdad saldrá en el 2016.