Siempre la misma indignación

Cada noche, cuando salgo de trabajar y voy a mi casa, pasó por el recinto ferial. Siempre veo la misma imagen y, siempre, me aparece la misma indignación. Un montón de bombillitas alumbran mi camino. No entiendo por qué están encendidas todas las farolas como si fuese San Lucas. ¿Acaso no cuesta dinero? No ocurre una vez aislada, sino día tras día y por mucho que intento darle una explicación, no logro comprender. No es una zona transitada por la noche. No hay ninguna actividad que realizar allí. No hay jóvenes en cada una de las calles de la zona haciendo botellón. Y si hubiera enamorados entregándose a la pasión, estarían mejor a oscuras que a la vista de todo el mundo. ¿Por qué siguen encendidas? ¿Cuál es su función? Aunque fuese un alumbrado gratuito, que no lo creo, pienso que no da ejemplo a la ciudadanía. Nos piden contrición en el gasto y nos hablan de sostenibilidad. Pues hasta donde yo sé, que no es mucho, cualquier aparato contamina menos apagado que encendido. Además, ni hacen bonito ni aportan nada al lado de una carretera por la que solo pasan coches de madrugada. ¿Alguien me puede explicar el misterio? Por favor, apáguenlas, que la oscuridad también es bella. 

    18 may 2014 / 22:00 H.