Si yo fuera universitario
Entre todas las medidas que a toque de arrebato implanta el Gobierno, el aumento de las tasas universitarias me enerva como estudiante becado que fui. Somos números y como tal entramos en ecuaciones a veces imposibles de entender y menos de aplicar.
Cuando peor se ponen las cosas para las familias, cuando el paro alcanza a 5,6 millones de personas, cuando más de la mitad de los jóvenes están desempleados, atacamos otra de las bases sociales de las que, aun con deficiencias, podíamos sentirnos orgullosos como país (sumen también el sistema de salud pública en el mismo registro). Con el aumento de las matrículas, tasas y transporte se ataca directamente a quienes más dificultades tienen para mantener sus estudios universitarios. Entre racionalizar gastos, estudios y recursos y penalizar a los que menos poder adquisitivo tienen media un abismo. Este canoso universitario contó con una beca, que no cubría todas las necesidades pero que era fundamental para estudiar. El sacrificio familiar sostenido en el tiempo no daba para más, así que la ayuda era una verdadera espada de Damocles. O la mantenías o vuelta a casa. En la actualidad, con este ataque frontal a la igualdad de oportunidades, la distancia entre quienes puedan costeársela y los que no aumenta. Habrá quien diga que siempre fue así, pero, al menos, en lo público se acortaban distancias. No obstante, ya entonces compartías aula con alumnos beneficiarios de becas injustas que acababan en caprichos. Será por aquello de que el fraude siempre fue asignatura “cum laude” en esta tierra de listos. Es fácil estar con cualquier gobierno que persiga el fraude, que aumente la matrícula a las familias más pudientes, en detrimento de quienes no pueden costearse nada y por su valía deberían tener, no digo pagados, digo asegurados sus estudios. Pero no, tabla rasa e injusta y aumento de tasas de forma generalizada sin que, hasta el momento, alguien del Gobierno diga nada de un nuevo plan de becas. Unos pocos tendrán opción de elegir, otra amplia mayoría luchará el doble por hacer lo mismo.
En twitter: @JMSerranoAlba