Si yo fuera turista en Jaén

En Fitur, la madre de todas las ferias de turismo del mundo, hay que estar. Eso es indiscutible. Y Jaén ha estado con la bandera verde olivo, verde que te quiero verde, más aceitosa que nunca. Con el último invento del oleoturismo la provincia quiere exprimir no solo la cosecha de aceituna, tan menguada este año, sino todo el valor añadido que supone contar con sesenta millones de olivos. Algo que no existe en ningún otro lugar del planeta. En ninguno. Tan acostumbrados estamos que ni nos damos cuenta, me temo.

    03 feb 2013 / 09:52 H.

    Solo hace falta que venga un visitante para comprobarlo en su cara de estupefacción cuando ve las extensiones de olivares. Ahora hemos descubierto que ahí está el futuro. Vale. Hay que alegrarse, porque nunca es tarde, aunque sí habrá que reconocer que hemos perdido mucho tiempo, y más dinero, hasta llegar aquí.
    Si yo fuera turista accidental (porque a propósito y en exclusiva es complicado que vengan los viajeros, dadas las estadísticas) alucinaría con esas extensiones de bosque verde en las que se pierde la vista, con los cuatro espacios naturales protegidos frescos y salvajes que ya los quisieran los gallegos (con perdón) o con un patrimonio renacentista como la Catedral de Vandelvira y Úbeda y Baeza que deja a cualquiera con la boca abierta. Y, si hablamos de boca, la gastronomía tampoco se queda atrás. Pero no sabemos vendernos. En el pecado llevamos la penitencia. Cualquier otro con nuestras joyas haría maravillas. Ahí está La Rioja y su vino, de los que tanto tenemos que aprender, por ejemplo. No dudo que no se hayan invertido millones de euros desde que parimos aquello de “Jaén paraíso interior”, la buena voluntad se presupone como el valor al soldado. Igual que el mérito en la materia de Felipe López, antes, y de Francisco Reyes, ahora, porque solo la Diputación ha llevado el turismo por bandera. Pero algo ha fallado por el camino. Quizá demasiados políticos y políticas en las fotografías de la feria. Eso no vende, señores. Insisto, en Fitur hay que estar, pero como diría mi abuelo, estar por estar no es estar.
    Juana González Cerezo. Redactora jefa de Diario JAEN                   
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