Si fuera extrabajador de Primayor

Si la Administración viene a echarte una mano, huye como alma que lleva el diablo. O te salvas por tus medios, o estás perdido para siempre. Al menos, eso deben pensar ahora los extrabajadores de Primayor, antes empleados de Molina, después de ver cómo la fábrica de Dhul que iba a recolocarlos por fin, se ha tenido que parar también por culpa del concurso de acreedores por el que atraviesan los dueños, Nueva Rumasa. De nuevo, en el mismo agujero que en 2007.

    22 may 2011 / 08:22 H.

    Cuatro años después siguen sin trabajo y sin perspectivas de encontrarlo, a no ser que caiga una empresa cárnica del cielo y coja el testigo de la familia Ruiz-Mateos. Semejante vía crucis laboral acaba con la paciencia y el ánimo de cualquiera. Si desde aquel septiembre de 2007, cuando se pactó su despido “temporal” (vaya paradoja) cada uno se hubiese gestionado su futuro como Juan Palomo, es probable que todos estuviesen ya recolocados, en lugar de clamando en el desierto. Para colmo de males, la crisis tampoco ha jugado a su favor. De eso nadie tiene culpa, salvo las constructoras y los bancos, claro. Cualquiera encuentra ahora una empresa solvente que, además de soltar la pasta, esté dispuesta a estar todos los días bajo presión mediática y encima, con el lastre de llevar los trabajadores incorporados en el paquete general. Eso no lo quiere cualquiera, por formados que estén los empleados, que no se duda. Ahora que, mucho peor es el caso de Proasego, que firmó en 2008 para instalarse en la capital y desde entonces no han colocado ni un ladrillo en el parque industrial. No sé qué tendrán los chinos de inocentes, pero nos engañan como a ellos.
    Si yo fuera extrabajador de Primayor, o lo que es lo mismo, parado y desengañado hasta la médula, tomaría las riendas de la situación y animaría a mis compañeros a comprar nosotros mismos la empresa. ¿Arriesgado? Pero no imposible. No sé cuántos de aquellos 145 parados que Primayor dejó en la calle hace cuatro años quedarán ahora sin empleo, pero todos juntos pueden intentarlo. Darle la vuelta a la tortilla, que se dice.

    jgonzalez@diariojaen.es                     
    blog Gota a Gota