Si fuera alcaldesa de Solana
Querida alcaldesa de Solana del Pino, lo primero, saludos desde este lado de la frontera de Sierra Morena. Llega a nuestros oídos su deseo de segregarse de Castilla-La Mancha y “arrejuntarse” con esta hospitalaria provincia de Paraíso Interior.
Tenga presente, Juliana, que si, finalmente, se vienen a nuestra casa no faltará un cachico de pan y aceite y un trocico de queso que llevarse a la boca y si ustedes ponen el vino manchego, pues ni media palabra. Ya sabe que las provincias humildes somos así, donde caben 97 municipios, coge otro. Pobres, pero honrados. No obstante, y sin ánimo de agriarle las cuentas que haya hecho, hemos de advertirle que aquí, precisamente, no atamos a los galgos con longanizas. Estamos justitos casi de todo, de hecho algunos de nuestros ayuntamientos están al borde de la bancarrota, quiebra técnica o que deben... hasta de callarse. Retrasos en la paga a los funcionarios, el pago a proveedores ya si eso si acaso y ya gastamos menos en inversiones que los rusos en rosarios. Entiendo que en su desesperación busque alternativas, sobre todo cuando ve que la asfixia económica tiene que ver con que, casualmente, usted es socialista y quien manda en la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha es la popular, en sentido político, Dolores de Cospedal. Ya sabe, querida alcaldesa, que los políticos de altura y responsabilidad cuando no están jugando al “Apalabrados” en el móvil o en la tableta están fastidiando al rival, eso es así, está escrito. Pero como estamos a final de año, época de buenas intenciones, seguro que le perdonan haber sacado los pies del tiesto y cuando vuelva al Ayuntamiento se encuentra que no es necesaria la deriva “segregacionista” y que la paisana Cospedal le tiene puestos con un lazo los 350.000 euros que le adeuda. Eso para un pueblo de casi 500 habitantes tiene que ser como la Lotería del Niño. No obstante, en su lugar, yo apostaría, directamente, por la independencia. Entre presidente, consejeros y empresas públicas puede colocar a los 500 vecinos y a vivir que son dos días. Ahí está el futuro. Mas, en el fondo, es un pionero.