Si escribiera del Real Jaén
Hoy es el día. Después de tantos golpes al balón, tantas emociones, tantos domingos de radio, tantas páginas leídas con fervor, llega el esperado partido del todo o nada. Entre tanto, la ruleta de la vida gira entre dificultades para pagar la hipoteca, el desempleo que afecta a los tuyos o la nómina que no da más de sí. Preocupaciones presentes e ilusiones futuras, esas que te permiten creer en cosas intangibles como una victoria de fútbol, que siendo tan poco gana peso cuando se vive con emoción.
Cuando los focos se apaguen, nadie va a despejar tus marrones, serán los mismos aunque puede que se afronten con más ilusión y energías renovadas. Toca ilusionarte con tu equipo, olvidar a ese Bárcenas presuntuoso y confiado en sus papeles. ¿Repetirá el gachón la peineta en el patio de la cárcel? Olvidar también la risa camuflada de su mujer al entrar en su vehículo tras prestar declaración. Comentada la enésima tontería del ministro Wert, un hombre empeñado en crear un modelo de Educación clasista, donde los torpes con dinero siempre podrán llegar lejos, toca hablar de fútbol, de la magia de Iniesta, ese pajizo cósmico, del caviar futbolístico al que nos han acostumbrado en esta casa de pobre. Entiéndanlo, es solo un receso, para qué lamentar otra vez la falta de autocrítica de Griñán o la convocatoria de unas primarias encorsetadas, es cansino caer en los tiempos de la política y los partidos, tan alejados ambos de todo. Bueno, tocaba hablar de fútbol, del trabajo humilde de un equipo, de un club, el Real Jaén, que con esfuerzo, sensatez y gusto llega hoy a disputarse, por méritos propios, el sueño del ascenso. Al equipo le queda un peldaño y a nuestra sociedad otros tantos para pelear en categorías superiores. Hay muchos Manolos Herreros en los que confiar en la empresa, en el aceite, en la docencia, en la sanidad, en el funcionariado e, incluso, en la política. A ellos habrá que apoyar para que esta provincia tan socarronamente ninguneada pelee cada día por ganar partidos.
En Twitter: @JMSerranoAlba