Si es feria, toca feria
En nuestra ciudad estamos de feria, que es lo mismo que decir que, toda la provincia de Jaén está de feria, ya que es costumbre bien arraigada de los vecinos de nuestros municipios, hacer la visita obligada a la última feria de Andalucía y de España. Y nosotros encantados de que vengan porque así nos ofrecen una oportunidad más para demostrar nuestra hospitalidad. Pero tan ilusionante visita, además de llenarnos de satisfacción su llegada, debería inducir a los responsables en cuestión, a plantearse cual sería la forma más eficaz para facilitarles, a nuestros invitados, el acceso a la zona del ferial. Evitar las largas retenciones de vehículos que pretenden acceder a nuestra ciudad.
Y la difícil tarea de encontrar un sitio donde aparcar el coche. Igual que todos los años, vamos. En realidad, nada especial, ni nada extraordinario. Pero a ver si, a base de decirlo, año tras año, alguna vez nos sorprendemos con que el asunto ha sido solventado. Sé que la ignorancia nos hace ser atrevidos, pero no creo que su solución sea tan extraordinariamente dificultosa. No es que pidamos que no llueva en San Lucas, entre otras cosas porque ya no se entienden estos días feriados sin agua en los zapatos.
Pero una vez superado esto, y dejando ya de lado el inconveniente del tráfico, porque tampoco es cuestión de regodearnos en nuestros fallos, animémonos y disfrutemos de estos días y de la buena compañía conlleva.
En realidad, si nos fijamos, nuestra feria la hemos convertido en punto de inflexión del curso que acabamos de empezar. Muchas de las cuestiones más relevantes, o la organización de tareas que están pendientes, y los retos que nos hemos propuesto, da igual que fueran de carácter personal o profesional, marcamos su inicio, para después de feria.
Y, desde luego, lo cierto es que parece lógico, ya que durante esta semana los jiennenses vamos a funcionar a medio gas. Que también nos merecemos unos días de asueto, júbilo y diversión, entre tanto descontento, esfuerzo y pesadumbre.
Y la difícil tarea de encontrar un sitio donde aparcar el coche. Igual que todos los años, vamos. En realidad, nada especial, ni nada extraordinario. Pero a ver si, a base de decirlo, año tras año, alguna vez nos sorprendemos con que el asunto ha sido solventado. Sé que la ignorancia nos hace ser atrevidos, pero no creo que su solución sea tan extraordinariamente dificultosa. No es que pidamos que no llueva en San Lucas, entre otras cosas porque ya no se entienden estos días feriados sin agua en los zapatos.
Pero una vez superado esto, y dejando ya de lado el inconveniente del tráfico, porque tampoco es cuestión de regodearnos en nuestros fallos, animémonos y disfrutemos de estos días y de la buena compañía conlleva.
En realidad, si nos fijamos, nuestra feria la hemos convertido en punto de inflexión del curso que acabamos de empezar. Muchas de las cuestiones más relevantes, o la organización de tareas que están pendientes, y los retos que nos hemos propuesto, da igual que fueran de carácter personal o profesional, marcamos su inicio, para después de feria.
Y, desde luego, lo cierto es que parece lógico, ya que durante esta semana los jiennenses vamos a funcionar a medio gas. Que también nos merecemos unos días de asueto, júbilo y diversión, entre tanto descontento, esfuerzo y pesadumbre.