Sha Sha se defiende de las críticas de exempleadas
La empresa Sha Sha sale al paso de las quejas expresadas por dos extrabajadoras, apoyadas por la CNT-AIT, a través de un comunicado. Las críticas versaban sobre una supuesta falta de respeto a los días de descanso, con “vigilancia extrema y acoso por parte de los propietarios”. La compañía asegura que toda la plantilla está “contenta” con las cuestiones laborales, salvo las dos mujeres en cuestión. Quince empleadas aseveraron a Diario JAÉN que, tras tres años contratadas, se encuentran muy cómodas con su labor, ya que no existe ningún tipo de problema. Sha Sha evidencia su malestar por la “presión” de los sindicatos y las extrabajadoras, a lo que atribuye una caída de casi el 50% en las ventas, lo que, a su juicio, hace peligrar la continuidad. Las asalariadas temen que las críticas acaben por dejarlas “en la calle”.

Sobre el asunto de las cotizaciones, la firma tuvo una inspección de trabajo en mayo, con sancionada por “fallos” por un importe de 25.000 euros. Ante esto, la propietaria, Fanny Zhu, precisó que “una de las extrabajadoras quería poner en nómina menos salario cuando le convenía. “Cuando vio que no, pasó todo esto”, recalca. “Nosotros no amenazamos a nadie”, subrayó, contundente, Fanny Zhu.
La emprendedora remarca que si esta persona puede acudir al juzgado, pero no lo hace y prefiere hacer daño a la empresa y a sus quince trabajadoras “que tienen que dar de comer a sus familias”. La dueña, de veintiséis años y de ascendencia oriental, indicó a este medio que tras cerca de una década con el negocio nunca ha tenido ningún problema y que ha intentado incluso llegar a un acuerdo económico con esta exempleada por el asunto del despido, por un valor de nueve mil euros.
La empresaria indica que puede probar con su móvil que ella y su marido sufren “cierto acoso personal en redes sociales y páginas”, y asegura que no pueden vivir a gusto desde hace dos meses. Asevera que se da publicidad a su número de teléfono, su residencia y que se les relaciona con servicios sexuales y con la venta de su mascota. “Es más que sospechoso porque mi marido y yo no conocemos españoles con nuestro contacto y número de móvil”, sostiene. Por último, la propietaria de Sha Sha asegura: “Después de pedir referencias de la extrabajadora a otros jefes, ya lo entiendo todo”. Las empleadas de Andújar y Linares destacaron la estabilidad que les brinda trabajar en la tienda.