Sensateces e insensateces
Nada hay como perder unas elecciones para que se afilen los cuchillos de los que no han olido poder hasta ese momento y se crean con derecho, justificado o injustificado, a tratar de desbancar al perdedor. Nada hay como perder unas elecciones y echar la culpa a todo el mundo para no hacer autocrítica y pensar que tú puedes tener solución a los problemas que no has sabido resolver durante meses o años y,
además, puedes haberte convertido en parte del problema. Todo eso, y muchas más circunstancias, en el PSOE de Jaén capital que corre peligro de estallar por los aires. Corre peligro porque el PSOE capitalino lleva años enfrentado a la dirección provincial socialista, sea quien sea el responsable local o provincial. El entendimiento entre Carmen Peñalver y la provincial hace tiempo que estaba quebrado. La pérdida de la Alcaldía, las ganas de limpiar la era, la inacción de unos como afirman los otros, las conspiraciones de otros como afirman los unos o el acoso de unos, como denuncian los otros, han llevado a la situación actual. Y cada día que pasa se agrietan más las relaciones internas en el PSOE y de los socialistas con la ciudadanía. Y nadie parece poner freno. En todo este periodo pocas cosas se han dicho con sensatez. Insensatas, muchas, como los momentos y los modos elegidos para montar la crisis interna. Otra insensatez, a mi modo de ver, el que los concejales afines a Peñalver amenacen con una desbandada general. Pocas cosas sensatas he visto estos días: una la dimisión de Peñalver. Es lógico que si no tiene la confianza del secretario general del PSOE de Jaén dimita de las responsabilidades que tiene. Quizá no sea obligatoria pero sí es plausible y saludable en un país en el que no dimite nadie. Lo que no parece tan lógico es que esta dimisión llegue ahora, por una guerra interna, y no tras la derrota en las elecciones de mayo. Otro hecho sensato lo ha protagonizado Francisco Reyes, el secretario general del PSOE jiennense. Ha hecho un llamamiento a los concejales del PSOE que amenazan con secundar la dimisión de Peñalver. Les ha dicho, con razón, que su acta depende de los jiennenses, su compromiso es con ellos y no una opción personal con la dimitida. Eso es así. Lo que no parece tan lógico es que la dirección se haya mostrado desde hace meses tan proclive a apoyar a los rivales de Peñalver. Para reliarlo todo un poco más, los principales apoyos a Peñalver le llegan de fuera, de Griñán y Mar Moreno, máximos responsables del PSOE y de la Junta andaluza. Y mientras, en medio, los jiennenses estupefactos. Los políticos no parecen aprender que los ciudadanos suelen castigar de manera severa las desavenencias internas. Y las autonómicas, en puertas.
José Valero es periodista