Señores, la banca gana

Mari Carmen y Paco firmaron su hipoteca hace cuatro años. Viven en un pequeño pueblo de Jaén en una vivienda de segunda mano, así que no es mucho lo que pagan al mes. Cuando oyeron hablar de las cláusulas suelo preguntaron al director de la sucursal si estaban afectados. Él les juró y perjuró que no, que estuvieran tranquilos. Sin embargo, hace unos días el banco les hizo llegar un documento sin más explicación que “fírmalo para que te rebajemos el préstamo”.

    04 dic 2013 / 08:19 H.

    Antes de suscribirlo, me lo enseñaron para que lo revisara. Así se enteraron de que su cláusula suelo era del 3,5% y que el banco les proponía eliminársela a cambio de seguir pagando un interés fijo del 3,5% hasta el 2016. ¡Tres años más! Mientras tanto, quién sabe la evolución que tendrán los intereses. El banco se asegura que durante los ejercicios siguientes sus ingresos no bajarán, cuando proliferan las sentencias favorables a la eliminación de las cláusulas suelo e incluso se habla de que el Banco de España va a pedir la supresión de las mismas a todas las entidades bancarias. En esta línea, de la sentencia que condena a Cajasur a eliminar las cláusulas suelo se han beneficiado más de 10.000 jiennenses. Y asociaciones de consumidores y usuarios como Adicae han presentado demandas colectivas. Lo más indignante es que, en su momento, la banca ocultó información a sus usuarios e incluyó en los préstamos hipotecarios condiciones abusivas y, ahora que se queda al descubierto, trata de engañarlos de nuevo haciéndolos firmar un documento que los compromete a pagar un interés fijo. Actúan con impunidad, pues nadie les pide responsabilidades. Mari Carmen y Paco son solo un ejemplo de las miles de parejas que acudieron confiados a su sucursal bancaria, la de siempre, para negociar el préstamo más importante de su vida. Debemos denunciar estas situaciones, hay que concienciar a la población de que no se puede fiar del director de su banco, aunque sea su amigo de infancia o tomen cervezas juntos. Y no lo digo porque los directores de banco sean malvados, ni malas personas, suelen están muy presionados con la consecución de objetivos y, en la mayoría de los casos, se limitan a cumplir órdenes. En conclusión, señores, antes de firmar nada recuerden: La banca siempre gana.

    Felisa Moreno es escritora