Señor Rajoy
Loren Pérez Martínez desde Cádiz. Desde siempre he votado a su partido, a pesar de que también desde siempre que han estado en el Gobierno han tratado mal a mi colectivo, aunque pensando en el bien común siempre he optado por ustedes. Pero eso se acabó, señor Rajoy, ya nunca más contarán con mi voto y espero que muchos sigan mi ejemplo. La explicación es muy sencilla, usted quiere seguir en la idea extendida de que gran parte de la culpa de lo que le pasa a España es de los funcionarios y a estos se les debe seguir machacando y poniendo en la hoguera para que las masas se regocijen y les sonrían con simpatía a ustedes.
En realidad, todos sabemos muy bien de quién es la culpa de todo lo que ocurre en España, y por eso se quieren poner cuantas cortinas de humo sean necesarias para esconder la verdad. La culpa, señor mío, es de un cáncer muy extendido que se llama “los políticos”, de ellos y de sus acólitos llenos de favores, deudas, préstamos, débitos y toda clase de “dimes y diretes” que se convierten en ríos de “debo favor” y arrastran corruptelas tras otras. Alemania, 81 millones de habitantes y 140.000 políticos, España 46 millones de habitantes y 500.000 políticos. ¿Cuántos políticos sobran en España?, ¿se está haciendo algo por remediar la situación? Nada de nada al respecto, eso sí, a los funcionarios les quitamos los días de asuntos propios y, de paso, los machacamos aún mas y quedamos estupendamente ante la opinión pública que no sabe ni quiere saber que eso era una compensación por la miseria de sueldo que siempre han tenido y tienen. Señor Rajoy, urge una limpieza en esa casta que puebla y sangra España, que suman más que policías, guardias civiles, ejércitos y bomberos juntos. Esos jefes de gabinetes con sus adjuntos, esos jefes de prensa con sus adjuntos, esos jefes de protocolo con sus adjuntos, esos cientos y cientos de cargos nombrados sin control que pueblan sus filas y que contribuyen a la sangría al ser “cargos de confianza” nombrados a dedo, y que cuya función bien podría ser realizada por cientos de funcionarios de carrera que han pasado sus duras oposiciones. Señor presidente del Gobierno de España: ¡Haga limpieza en su casta ya!, ¡elimine ese cáncer que nos corroe y que hunde a España!, ¡funcionarios de carrera, sí; políticos de quita y pon, no!