13 oct 2014 / 10:52 H.
Se cumple una semana de la noticia del primer contagio por ébola fuera de África cuando acaba de conocerse que hay también una sanitaria infectada en la ciudad estadounidense de Dallas. En el caso de la auxiliar española, ingresada en el Carlos III desde el pasado lunes, el último comunicado oficial sobre su estado es más esperanzador que los últimos días, porque la carga viral de la enferma se va reduciendo, tal y como aseguró el director del centro de alertas y emergencias del Ministerio de Sanidad, Fernando Simón. El giro radical en la gestión de la crisis que se produjo a finales de la semana pasada, con la clara desautorización de la ministra Ana Mato al frente de la gestión de la crisis, se traduce en la acertada directriz de que las declaraciones sobre aspectos sanitarios vengan de forma directa desde profesionales del ramo, de manera que se avanza en claridad y en eficacia a la hora de transmitir el mensaje. En el caso de la provincia jiennense, las reuniones de coordinación se suceden en el Complejo Hospitalario, de manera que se ha establecido un turno de guardia de veinticuatro horas entre diferentes facultativos de diversas especialidades, que serían los primeros en reaccionar ante cualquier sospecha de alguna persona contagiada. Seguir los protocolos de manera escrupulosa es vital, tal y como se ha demostrado, al parecer, en los dos contagios conocidos hasta ahora. Si se atiende a los expertos, la realidad es que puede haber nuevos casos fuera del continente africano. Con esa probabilidad en ciernes, solo cabe estar alerta y preparados para actuar con diligencia desde un primer momento y no dejar pasar días que en cuestiones de salud pueden ser preciosos para resolver de forma satisfactoria.