Seis trayectorias vitales como motivo para el optimismo

Para disfrutar del horizonte es preciso detenerse y levantar la vista. Los Premios Jiennenses y Popular del Año son ese momento de sosiego necesario y fecundo. Representan la mejor prueba de que existe mucha savia viva y dinamizadora entre los hombres y mujeres de esta tierra, que trabajan sin esperar ningún tipo de reconocimiento, pero que, cada uno en su faceta, supone un ejemplo vital y profesional que hay que seguir. En esta vigésimo cuarta edición, pórtico del que será feliz aniversario de medio siglo de esta iniciativa, los galardonados son en sí mismos motivo colectivo para la autoestima: Un parque empresarial con la innovación y la investigación como razón de ser; una emisora de radio que ha cumplido 75 años latiendo con los linarenses; una editorial que abre camino a los libros desde la Sierra Sur; un equipo que mima una cantera con más de trescientos niños y niñas apasionados del baloncesto; una emprendedora en el duro y masculinizado sector del olivar y una misionera que es ejemplo de solidaridad con los pequeños más desfavorecidos de Ecuador.
En épocas complicadas como la actual, lejos de estériles mensajes de victimismo y lamento, es todo un lujo encontrar empresas, instituciones o personas individuales que representan en sí mismas que se puede salir del túnel, porque aún quedan motivos para el orgullo por ser de esta tierra y trabajar en ella o para ella. Jaén oculta tesoros tan gigantescos como, en ocasiones, olvidados, y estos galardones promovidos por Diario JAEN se encargan de sacarlos a la luz de la mano de un Jurado libre, plural, soberano y paritario que representa a todos los sectores de la sociedad civil jiennense. Son sus veintiocho miembros quienes, tras un serio y riguroso debate, designan a los que serán distinguidos y en ellos recae, cada año, la responsabilidad de un difícil fallo.

    29 mar 2009 / 15:22 H.