Seis años y todavía sin juicio

Rafael Abolafia/Jaén
El 14 de septiembre de 2005, un incendio calcinó el garaje de un residencial de la calle Miguel Castillejo, en el Bulevar. Una semana después, la Policía detuvo a los tres presuntos autores de las llamas. Han pasado seis años y la Justicia no ha sido capaz de sentar en el banquillo de los acusados a dos de ellos,

    30 sep 2011 / 09:04 H.

    a pesar de que las llamas dejaron cuantiosos daños materiales y un reguero de perjudicados. De hecho, el fuego calcinó trece coches y motos y causó importantes desperfectos en viviendas y locales comerciales del edificio. Algunos negocios estuvieron cerrados al público durante semanas y, en principio, se habló de pérdidas superiores a los 600.000 euros.
    Desde entonces, han pasado seis años en los que la investigación judicial, que ha caminado a paso de tortuga durante todo este tiempo, todavía no ha concluido. “No sabemos cuándo se va a celebrar el juicio”, afirma uno de los afectados. Para que los dos acusados puedan responder ante la Justicia queda un año y medio más en el mejor de los casos.
    La historia arranca el 14 de septiembre de 2005. Esa madrugada, tres jóvenes entraron en las cocheras de un residencial en la calle Miguel Castillejo. Fueron Gabriel H. G., de 19 años, Alberto J. Q., de 18, y Sergio L. C., de 16. Pretendían robar piezas de una motocicleta. Sin embargo, para borrar sus huellas, originaron un fuego con dos focos distintos, según demostró la Policía Científica. Las llamas causaron importantes destrozos en vehículos y en el edificio.
    La investigación de la Comisaría fue impecable y, apenas una semana después del fuego, llevó ante la Justicia a los presuntos autores del incendio. Los agentes lograron reunir numerosas pruebas para determinar su implicación. Entre ellas, la grabación de las cámaras de seguridad de una oficina bancaria de la zona, en la que se apreciaba cómo los tres jóvenes salían huyendo del garaje instantes después de que se declarase el fuego.
    De hecho, esas pruebas sirvieron para que Sergio L. C., el único de los tres implicados que tenía menos de 18 años, fuera condenado, en junio de 2006, por el Juzgado de Menores a dos años de libertad vigilada como autor de un delito de incendio intencionado. Sus dos compañeros de fechoría, que eran mayores de edad, están en libertad, con cargos, a la espera de que se celebre el juicio, una vista para la que ni tan siquiera hay fecha todavía.
    ¿Qué ha pasado? El juez del caso, Fernando Moral, transformó el procedimiento en sumario a principios de 2008, es decir, casi tres años después de los hechos. Además, apenas practicó diligencias hasta finales de 2009. En esa época, reactivó la investigación y volvió a tomar declaración a los dos imputados. Después, los declaró insolventes, lo que dificulta que los afectados puedan cobrar (al ser daños causados por un delito doloso, las aseguradoras no están obligadas a pagar).
    Ahora, su señoría acaba de ordenar que dos peritos tasen los daños ocasionados por el incendio y que se una al procedimiento las declaraciones que hicieron los dos acusados en el juicio que se celebró contra el menor. Son dos pruebas que solicitó la Fiscalía y a las que ha accedido el juez.
    Las defensas de los procesados se frotan las manos con tantas demoras en el procedimiento. Cuando llegue la vista oral, algo que todavía puede tardar muchos meses, es más que seguro que presentarán como circunstancia atenuante las dilaciones indebidas, lo que acarrea una rebaja en el castigo para Gabriel H. G. y Alberto J. Q., si es que finalmente so declarados culpables por el incendio.