Seis años después

Una revolución, para los más tradicionalistas, que un hombre de su edad y escasa experiencia en el mundo cofrade se pusiese al frente de uno de las Instituciones más representativas de la capital. A pesar de estas vanas críticas, supo rodearse de un extraordinario grupo humano desde donde he podido apreciar como con trabajo, fidelidad y fe en la Virgen, se le dotaba de nuevo del prestigio y devoción que tradicionalmente le ha correspondido. Con excelsos valores cristianos, sus dieciséis miembros han dedicado cientos de horas a la financiación de proyectos de caridad (cenas benéficas, Lotería, Cruz de mayo), a la conservación y ampliación del patrimonio de la Cofradía (restauración de la Virgen, adecuación del Camarín, adquisición de enseres), y a la promoción y expansión de la cultura mariana en nuestra ciudad, especialmente en los meses de mayo y junio. Actualmente, por así disponerlo los Estatutos, José Humberto se ve abocado a dejar la máxima dirección de la Cofradía. Ojalá el pueblo de Jaén algún día agradezca la labor que personas de su calibre, como en su día fue Ramón Calatayud Sierra, desarrollaron con tesón a favor de la patrona y alcaldesa mayor de la ciudad. Una auténtica lección de compañerismo, elegancia y saber hacer a la hora de dirigir la excelente junta de gobierno de la que por estas fechas te despides. Queridos compañeros, mi más sincera enhorabuena. ¡Viva la Virgen de la Capilla! JUAN ALFREDO GUZMÁN MANSILLA (FABRICANO MAYOR
de la COFRADÍA de NUESTRA SEÑORA DE LA CAPILLA)