Seguridad escolar.- Los colegios e institutos consiguen un aprobado
Antonio Heras /Jaén
La seguridad de los colegios e institutos de la capital, tanto públicos como concertados, es “aceptable”. La mayoría cumple con la normativa vigente, en líneas generales, aunque existen algunos puntos negros, como las ventanas con rejas en muchas aulas, que impiden una pronta evacuación.

La seguridad de los colegios e institutos de la capital, tanto públicos como concertados, es “aceptable”. La mayoría cumple con la normativa vigente, en líneas generales, aunque existen algunos puntos negros, como las ventanas con rejas en muchas aulas, que impiden una pronta evacuación.
La seguridad en los centros escolares jiennenses, tanto públicos como concertados, es “aceptable”. La mayoría de ellos sigue la normativa establecida, si bien hay algunas excepciones como la existencia de ventanas con rejas en algunas aulas o las puertas de las clases enfrentadas, que suponen graves obstáculos en caso de evacuación. Otro punto crítico es la ausencia, en tres de los casos analizados, de salidas de emergencias debidamente señalizadas y que se abran hacia fuera.
De los cuarenta y cuatro colegios e institutos que imparten Educación Primaria y Secundaria, se estudian las características de catorce, siete de ellos de titularidad pública, y otros siete privados. En suma, un tercio de los que hay en la ciudad.
En cada uno existe un plan de autoprotección, aquel que define los diferentes puntos y estrategias que el centro debe contemplar para evitar cualquier situación que suponga un peligro, tanto para los alumnos como para el personal. Los documentos, elaborados por el colegio, tienen que ser actualizados cada curso, para adaptarse a los cambios legislativos. Por este motivo, se da la circunstancia de que los nuevos son, con claridad, los más seguros. Sin embargo, no se encuentran grandes diferencias entre los públicos y los concertados. Sólo se deja notar en el estado general de las instalaciones, mejores en los de titularidad privada en cuanto al sistema de calefacción o la aparición de grietas y filtraciones.
protección. Angustias María Rodríguez, delegada de Educación, valora la seguridad en los centros educativos como satisfactoria, si bien, reconoce, siempre hay muchas cosas que mejorar. “Cuando se produjeron problemas o emergencias, se reaccionó bien, tanto por parte de los docentes como del alumnado. Esto se debe a que existe, ahora, mayor sensibilización e implicación en estas cuestiones”, subraya Rodríguez. Además, señala que los planes de autoprotección de los centros no se ciñen exclusivamente a las evacuaciones e incendios y se ocupan, en los últimos años, de las situaciones cotidianas, las que se viven en el día a día: el buen uso de los equipos informáticos, la electricidad, las actividades al aire libre y extraescolares. En suma, el riesgo que implica el quehacer habitual en un colegio o instituto, tanto para los profesores como para los niños. Asimismo, es crucial que todos los agentes del ámbito educativo se involucren de forma activa para conseguir un entorno seguro: además de la propia Consejería, los docentes y los alumnos, hay que añadir a Protección Civil, los Cuerpos de Seguridad del Estado y los ayuntamientos. La colaboración entre las instituciones y los diferentes organismos irá encaminada a la mejora de la formación en cuanto a las conductas que hay que seguir en situaciones de emergencia.
A esto se le suman las campañas específicas de la Delegación, como la reciente “Aprende a crecer con seguridad”, organizada conjuntamente con la de Empleo y el Centro de Prevención de Riesgos Laborales. En ella participaron, además de profesores y niños, los asociaciones de padres de alumnos, para que las medidas no se queden sólo en las aulas.