16 abr 2014 / 22:00 H.
La primera fase de la operación salida de Semana Santa se cerró con 15 fallecidos, 11 víctimas más que en idéntico periodo de 2013. Ayer arrancaba la segunda fase de esta operación y los datos por ahora no son nada halagüeños y distan de la pretensión de la Dirección General de Tráfico (DGT) de reducir el número de víctimas por debajo de 26. De nuevo se hace especial hincapié en la importancia de prestar atención en las carreteras secundarias y en los trayectos cortos de estos días. De hecho, según los datos oficiales es en estas carreteras donde más accidentes mortales se registran, a pesar de que el volumen de tráfico que soportan es menor. Se repiten los mismos patrones por parte de las diferentes autoridades para poner solo la lupa en los comportamientos del conductor que, aunque explican una buena parte de los siniestros, no son el único punto en el que debieran centrar sus energías los organismos. En este sentido, más radares y el helicóptero para vigilar la velocidad es la receta aplicada. La tendencia de aumento de siniestros ya quedaba recogida el pasado mes de marzo y a la DGT le corresponde también saber que falla en sus mecanismos de control, más vigilancia en los puntos negros. También, y no menos importante, es arrancar un compromiso político para mejorar una red secundaria de carreteras que requiere de mejoras e inversiones.