Se retoma por fin la regularización laboral de monitores de la UPM

En una lucha laboral que dura casi una década, las desigualdades contractuales que hay entre los monitores de la Universidad Popular Municipal (UPM) empiezan ya a ver el fin. Después de mucho batallar, los 21 profesores que, desde ayer, se encargan de que los casi 400 menores que están inscritos en la Ludoteca de Verano se diviertan aprendiendo ya no se dividen entre “contratados” y los mal llamados “becarios”. De estos últimos, en este grupo de 21 profesionales se contaban todavía “10 monitores” que, por fin, gozan del mismo estatus laboral que los otros 11.
Con la regularización de su situación, el Ayuntamiento comienza —según algunas voces— a hacer justicia para acabar con una “alegalidad laboral” que se ha mantenido durante las más de tres décadas que ya tiene esta institución educativa que es un referente en la ciudad. Estos 10 empleados que estaban como “becarios” hacían el mismo trabajo y tenían el mismo sueldo que un contratado, pero su contrato no estaba dado de alta en la Seguridad Social y, por lo tanto, no cotizaban.

24 jun 2015 / 10:02 H.

Ellos son los primeros que han visto normalizada su situación laboral, pero aún quedan muchos más. De los 122 monitores que, en su conjunto, tiene la UPM, en la actualidad, habría entre “50 o 60” —o sea, un 50% del total de la plantilla— que siguen como “becarios”. Y eso a pesar de llevar vinculados laboralmente a la institución formativa entre “8 o 10 años”. Según pudo saber este periódico, el objetivo municipal sería regularizarlos a todos con vistas al inicio del nuevo curso, el próximo septiembre, pero el edil de Personal, Miguel Contreras, se mostró cauto al respecto y prefirió subrayar que se estudiará “caso por caso”. Esta regularización de los “becarios” se pactó, en el mandato 2003-2007, con un Gobierno local que, entonces, encabezaba Miguel Sánchez de Alcázar. Fueron necesarias muchas movilizaciones hasta llegar al acuerdo de que, progresivamente, se contrataría a los monitores y se les haría fijos-discontinuos. Y, aunque no hubo plasmación sobre el papel —como, en su día, explicó a este periódico Raúl Montilla, de la Central General de Trabajadores (CGT)—, el Gobierno local se puso manos a la obra para cumplir lo prometido.
Entre 2007 y 2011, siguieron la senda el PSOE e IU, pero, en 2012, este proceso quedó interrumpido. Con el Real Decreto-ley 20/2011, de 30 de diciembre, de medidas urgentes en materia presupuestaria, tributaria y financiera para la corrección del déficit público, el Ejecutivo de Mariano Rajoy anuló la tasa de reposición de trabajadores en la Administración pública y el equipo de Gobierno local, ya liderado por José Enrique Fernández de Moya, consideró que la regularización de monitores eran nuevas contrataciones. El resultado es que las suspendió, dejando sobre la mesa los 7 contratos que ya se habían redactado.
Las quejas que no cesaron, la denuncia determinante de uno de los trabajadores y la reparación que la Intervención Municipal hizo en septiembre del año pasado de las nóminas de los mal llamados “becarios” aceleró un proceso que deberá poner fin a una desigualdad laboral que, para muchos, clama al cielo.
inauguración. La majestuosidad del antiguo Egipto fue el tema que abrió el nuevo curso estival de la UPM. En una divertida fiesta, los niños, con edades comprendidas entre los 4 y los 14 años, fueron recibidos por los monitores. Este año participarán 395 niños según el Ayuntamiento. Al acto de inauguración asistió el concejal de Juventud, Manuel Heras, quien señaló que esta ludoteca tiene como “denominador común” un carácter lúdico-formativo. “Está presente en todas sus actividades y tiene como objetivo fomentar la creatividad, la formación y el juego”, manifestó Heras.
De esta forma, hasta el próximo mes de septiembre, los menores disfrutarán, entre las 8:00 y las 15:00 horas, de múltiples actividades. Entre los talleres que se impartirán destacan los de bailes, cocina, malabares, teatro, música, idiomas, cine, piscina, ingenio, aula verde, relajación y apoyo al estudio. Asimismo, Heras señaló el “extraordinario esfuerzo” que hace el Ayuntamiento para mantener el servicio que permite conciliar la vida familiar y laboral.