“Se me cruzaron los cables”
Rafael Abolafia/Jaén
Jesús V. F. ha pasado su primera noche en la cárcel. Está acusado de intentar matar a Montse, la joven con la que ha convivido durante los últimos meses. Presuntamente, la atacó con un cuchillo de cocina y le hizo una veintena de cortes por todo el cuerpo: “Se me cruzaron los cables”, le dijo a su señoría en su descargo.

Jesús V. F. ha pasado su primera noche en la cárcel. Está acusado de intentar matar a Montse, la joven con la que ha convivido durante los últimos meses. Presuntamente, la atacó con un cuchillo de cocina y le hizo una veintena de cortes por todo el cuerpo: “Se me cruzaron los cables”, le dijo a su señoría en su descargo.
El joven, de 23 años, estuvo declarando durante casi dos horas. Distintas fuentes judiciales confirman que Jesús V. F. aportó muy pocos detalles sobre lo ocurrido el pasado martes en el piso de la Avenida de la Universidad en el que la pareja residía. Al juez Miguel Sánchez Gasca, titular del Juzgado de Violencia de Género de Jaén, le aseguró que apenas recordaba nada. “Se me cruzaron los cables”, le repitió a su señoría de forma literal en varias ocasiones, según ratifican las fuentes consultadas. Jesús V. F. contó que había discutido con su novia la noche anterior a los hechos, porque ella quería dejar la relación. Ya en la mañana del martes, cuando ambos se disponían a salir del piso para ir a trabajar, volvieron a cruzar palabras subidas de tono. Fue en ese momento cuando el detenido situó la agresión, si bien dijo no recordarlo bien: “No sabe ni lo que ha hecho. Está como anulado”, asegura su abogado defensor.
Después de unos noventa minutos de interrogatorio, el juez dictó un auto de prisión preventiva, incondicional y sin fianza contra Jesús V. F., al que le imputa un delito de homicidio en grado de tentativa. La decisión del magistrado se fundamenta en la gravedad de la agresión, en el riesgo de fuga del detenido si fuera puesto en libertad y en la alarma social que ha generado el caso.
La_Fiscalía también pidió, en su informe oral, que el joven fuera acusado de un delito de malos tratos. La solicitud del Ministerio Público se basó en la declaración que la víctima hizo a la Policía y de la que se desprende que, presuntamente, le había puesto la mano encima en, al menos, una ocasión anterior y que, incluso, llegó a denunciarlo. Sin embargo, no siguió adelante con el procedimiento y el Juzgado archivó aquella causa. Mientras tanto, la víctima, Montserrat Martos, de 21 años, se recupera en el Hospital Neurotraumatológico. Se mantiene la evolución favorable en su estado de su salud. La herida más grave, que la obligó a pasar por el quirófano, es un “tajo” en el cuello.