Se acerca la recolección
La autoridad laboral debe ir poniéndose las pilas. Ante la excelente cosecha de aceituna que se avecina, y la demanda de mano de obra que conllevará, se empiezan a notar movimientos más que raros. Hay empresarios, de forma sibilina, que están haciendo de la crisis fortuna ¿cómo? Ofertan trabajo de crisis, mínimamente remunerado.
Cierto es que con la que está cayendo, hay trabajadores ofreciéndose a cualquier precio. La recolección no absorberá todo el desempleo de la provincia pero tenemos que tener muy en cuenta que el valor del jornal, el alta en la seguridad social, están regulados por Convenio y Ley. Si la Inspección intuye no poder abarcar todo el territorio en tareas de inspección, ha de elevar solicitud de ayuda a las instancias pertinentes. Bajo ningún concepto se puede permitir los que algunos sitios ya se intuye e incluso se oye en tertulias discretas. Y no vale lo de no ponerse la venda antes que ocurra, para nada. Ya se vislumbra, y lo peor, conociendo el paño no sería extraño que se generalizase. Sé que para quien no tiene nada, agarrase a cualquier cosa parece ser la solución, pero no, no la es. Y desde luego al empresario agrícola que se aproveche de las circunstancias debe caerle todo el peso de la Ley encima. Los tiempos de esclavitud deben ser pretéritos. Si desde la Administración no se está ojo avizor, habrá que culparlos públicamente de ello, de ser cómplices necesarios del fraude legal. Mirar hacia otro lado es convertirse en colaborador condescendiente.
Manuel Pérez es agente ferroviario