Santa Teresa protagoniza la apertura del curso del IEG
Comienza un nuevo curso para el Instituto de Estudios Giennenses momento en el que, como cada año, sus consejeros miran hacia atrás para hacer balance de un intenso año de actividad, adelantan los retos del que empieza y suman a su acervo cultural una lección sobre asuntos de actualidad o especialmente relacionados con Jaén. Y, en este caso, cuando se cierra un intenso año teresiano, la santa abulense protagonizó la lección inaugural, que Dámaso Chicharro Chamorro tituló “Algunas reflexiones sobre la personalidad de Santa Teresa: los judíos, la mujer y la religión”.
Pero antes de que el catedrático iniciara su disertación, en el acto, presidido por Francisco Reyes, presidente de la Diputación, institución de la que depende el IEG, tomaron la palabra el secretario, Salvador Martín de Molina, que leyó la extensísima memoria de actividades, y el consejero director, Pedro Galera, que anunció su despedida del cargo en primavera, cuando finalice su segundo mandato. Tras estos ocho años, dijo, se va relativamente satisfecho porque “todo es mejorable”, por no caer en la autocomplacencia, y agradeció el apoyo de su compañeros desde el primer momento cuando lo eligieron por unanimidad. No menos importante fue otro de los asuntos que destacó: la urgente tarea que se les presenta de cubrir al menos ocho de las once vacantes que existen, tras el fallecimiento o baja de consejeros en los últimos años. Tratarán, explicó, de que esta sea una “renovación armónica y de valía” para el instituto.
De hecho, Reyes tuvo especial recuerdo para uno de los desaparecidos recientemente. El presidente de la Diputación dedicó unas palabras de agradecimiento a quien fuera consejero director del IEG durante 16 años, José María Sillero. También destacó la labor del IEG en la parcela investigadora y de catalogación en todo lo relativo a las huellas de Santa Teresa en la provincia de Jaén. “Habéis identificado y recopilado el patrimonio documental y bibliográfico relacionado con las dos figuras de la literatura mística universal, se han digitalizado las obras más relevantes del Convento de San José de Beas y se han catalogado los fondos bibliográficos de la Biblioteca Sanjuanista del Convento de San Juan de la Cruz de Úbeda”, enumeró Reyes.
Dámaso Chicharro, que dijo que en este año teresiano ya lleva nueve o diez conferencias sobre la santa —y todavía le quedan otras tres—, explicó la vinculación con la escritora mística. Se remitió hasta 1979 cuando se publicó El libro de la vida restaurado, que ya va por 17 ediciones. Con este maduro y profundo conocimiento, se centró en aspectos como la importancia en Santa Teresa de pertenecer a una familia de conversos, su persecución por la Inquisición y la preocupación por ser “hija de la Iglesia” hasta el lecho de muerte.