“San Miguel”, la causa que todavía no está perdida
Hay tanta ruina por metro cuadrado reconocida, cuando no declarada, en el casco histórico de la capital que las reivindicaciones de la Plataforma Un PGOU para la ciudadanía siguen enclavadas en esta zona. Después de apostarse a los pies del Palacio del Conde Duque y a los de la conocida como Casa del Reloj, para exigir al Ayuntamiento y a la Junta de Andalucía que intervengan en la protección y conservación de ambos edificios, tal y como establece la Ley de Patrimonio, ayer se acercaron hasta los vestigios de la antigua iglesia de San Miguel para reclamar la rehabilitación que prometió la coalición de PSOE e IU en el anterior mandato.
“Iba a ser sede del Archivo Histórico Municipal”, evocó la portavoz del colectivo “Andamios para las ideas”, incluido en la plataforma, Marina Heredia. Su “salvación” se programó con cargo a los fondos del Plan Urban para el casco antiguo. “Pero la obra no se ejecutó”, señaló la evidencia. Lo poco de valor que queda de la parroquia —su portada, obra del insigne Andrés de Vandelvira— reposa en el Museo Provincial. Su estructura, devorada prácticamente por las casas que se construyeron a lo largo de varios siglos, está a merced del vandalismo, como denunciaron los miembros de la plataforma y no dejan de lamentar los grupos de la oposición.
En el acto organizado por el colectivo intervino el jiennense Luis Morales Quesada, que explicó la historia de esta iglesia, que se halla en el corazón del barrio de La Magdalena, y las posibilidades de recuperación de un monumento que —alertaron—: “Corre el riesgo de desaparecer”.
de ruta. En su defensa del vasto patrimonio, arquitectónico y natural, que posee la capital jiennense, “Un PGOU para la ciudadanía” tiene previsto hacer un recorrido por Otíñar, el próximo 9 de noviembre. Su objetivo, como siempre, es sensibilizar a la población de la riqueza que tiene la ciudad y sus alrededores, y dar un toque de atención a las administraciones públicas que son responsables de su conservación. Aparte, “a finales de noviembre o principios de diciembre”, programarán una ruta por el norte de la capital para mostrar a los ciudadanos el “patrimonio abandonado” de esta zona, desde el trazado del tranvía al Museo Ibero o el yacimiento de Marroquíes Bajos. “Es un intento de mostrar la cantidad de obras paralizadas por falta de presupuesto y lo irrealizable que es el nuevo PGOU”, razonó Heredia.