San Ildefonso puede ser zona saturada de ruido a final de año

Si existe acuerdo entre hosteleros y asociaciones de vecinos, el barrio de San Ildefonso podría contar con la declaración de Zona Acústicamente Saturada (ZAS) “antes de final de año”. Así lo espera el concejal de Urbanismo y Medio Ambiente, Francisco Javier Márquez, que, en declaraciones a este periódico, señaló que el expediente ya ha recibido las alegaciones pertinentes de la Asociación de Cafeterías y Bares (Asostel) y, ahora, el toca el turno al Ayuntamiento para estimarlas o no.

13 ago 2014 / 22:00 H.

En este sentido, indicó que el principal argumento en contra de los hosteleros es que en este castizo barrio de la capital no hay ruidos porque, sencillamente, no hay veladores.
Pero que no los haya no significa que San Ildefonso sea un remanso de paz. Este barrio es uno de los núcleos del tapeo en la capital. Está trufado de tabernas, bares y restaurantes y —apunta Márquez—, aunque no tengan terrazas, el simple “tumulto de la gente” ya provoca ruidos.
No obstante, añade el responsable del Urbanismo y el Medio Ambiente en la capital, lo que “obvian” los empresarios en su escrito de alegaciones es la razón que provocó las numerosas quejas vecinales que recibió el Ayuntamiento y que dio paso al inicio del expediente que ahora se tramita. “Ha habido terrazas puestas ilegalmente”, recalca Márquez, que subraya el carácter preventivo de esta declaración como Zona Acústicamente Saturada. “Los vecinos no están diciendo ‘no’ a que haya terrazas en el barrio, pero con moderación, sin que se desmadre, y tenemos que regularlo”, destaca el edil. Definir los límites de ruido y hasta dónde sería razonable que los bares ocuparan vía pública, de forma que el descanso y el derecho ciudadano a disfrutar de plazas y calles sean compatibles con el de los empresarios a ganarse el pan.
licencias. De persecución a “contento” por parte de ambos lados. Un mes después de la denuncia pública que formuló Asostel debido a las trabas que, en su opinión, ponía el Ayuntamiento para la concesión de licencias de veladores, con trámites que llegaban hasta “los seis meses”, el gerente de la asociación de hosteleros, Juan Luis Guzmán, valora el “giro de tuerca bastante importante” que se ha registrado desde entonces. “Estamos contentos con la evolución”, admite. Indica que, de los “diez o doce” casos que le presentaron al equipo de Gobierno local, “rápidamente” se resolvieron cuatro. “La mayoría se va solucionando”, señala, aunque ello no es óbice para que, “a finales de agosto o principios de septiembre”, el colectivo haya una batida entre asociados y, “si sigue habiendo problemas”, volver a las andadas de la crítica y hasta de la protesta, si hiciera falta.
No obstante, valora la mejora que se ha registrado. Una satisfacción que, además, es compartida con el Ayuntamiento. “[En las reuniones del pasado julio] Clarificamos posturas, vimos en qué cuestiones tenían razón y dónde no, resolvimos algunos malentendidos y la satisfacción es mutua”, reconoce también el concejal de Urbanismo y Medio Ambiente.