Sacar esto adelante

Gerardo Hernández /Desde Vizcaya. Si queremos que nuestra indignación sirva para algo debemos tener claro desde el principio que, además de exigir depuración de responsabilidades, debemos aceptar en la situación que estamos nuestra propia responsabilidad, no mirar solo a los otros y aplicarnos en lo que todos podemos hacer, que es nuestra propia transformación individual, empezar a comportarnos más como seres humanos conscientes y menos como máquinas inconscientes.

    15 may 2012 / 11:12 H.

    Existe una idea muy antigua (Confucio la formuló) de gobernar la sociedad desde lo que él denominó como merito-cracia, y que se basaría en gobiernos dirigidos por los mejores de las distintas áreas de especialización humana, por profesionales comprometidos elegidos entre su gremio que, por plazos limitados, serían los encargados de gestionar la sociedad en el futuro. Porque en vez de seguir con las pugnas ideológicas y políticas, estamos, hoy más que nunca, necesitados de simplificar, priorizar y establecer bases o coordenadas distintas de gobierno, y no solo a nivel local, sino también mundial, en un marco que deseche las divisiones ficticias del pasado y que no tenga más en cuenta el color de la piel, la religión, la procedencia o el condicionamiento nacionalista o no nacionalista a la hora de gobernar, sino las necesidades prioritarias del ser humano, la Humanidad como conjunto. El camino parece imposible si nos atenemos a los viejos esquemas, por lo que habrá que reinventarse, abrir bien los ojos y no perder la esperanza. Podemos ver la situación en la que estamos como una lección que tenemos inevitablemente que aprender debido a nuestra inconsciencia pasada, una prueba de valor además donde, más que pensar que somos individuos separados, podemos hacerlo viéndonos como un conjunto, un conjunto interrelacionado, entretejido por infinidad de mimbres y que necesita dejar de luchar y competir en su seno como pollos sin cabeza. Además, y esto es más grave, sin corazón, sin atender a nuestra alma colectiva.