Rumbo a la gran final
Nuria Fernández/Jaén
Alcautrónicos, el grupo formado por los alumnos del instituto Salvador Serrano de Alcaudete, bicampeones al mando del robot de Lego, y R2D2 Guadalimar, estudiantes del colegio femenino de la capital que debutaron el pasado domingo en la Institución Ferial de Jaén (Ifeja) serán los representantes de la provincia en la final nacional de la First Lego League,
Alcautrónicos, el grupo formado por los alumnos del instituto Salvador Serrano de Alcaudete, bicampeones al mando del robot de Lego, y R2D2 Guadalimar, estudiantes del colegio femenino de la capital que debutaron el pasado domingo en la Institución Ferial de Jaén (Ifeja) serán los representantes de la provincia en la final nacional de la First Lego League,
que se celebrará en Bilbao el próximo 12 de marzo. Los primeros fueron los que más puntos consiguieron con el robot, programado y diseñado por los propios alumnos, en la gran final, en la que se enfrentaron a Altocastillo Robokids, del colegio privado de Jaén. También fueron los contrincantes de las alumnas del Guadalimar durante la presentación del proyecto científico. Finalmente, las segundas asumieron el trofeo que les acredita el viaje a la capital vizcaína, donde deberán defender el dispositivo capaz de detectar las pulsaciones de los bebés para prevenir a sus madres en el caso de que haya peligro de “muerte súbita”.
El nuevo reto de ambos equipos es recaudar fondos para financiar el viaje y su estancia en la ciudad vasca, donde se verán las caras con los mejores conjuntos de Euskadi, Asturias, Castilla y León, Pamplona, Zaragoza, Barcelona, Girona, Cornellá, Madrid, Sevilla, Córdoba, Granada, Almería, Málaga y Cádiz. Los de Alcaudete consiguieron un aplaudible octavo puesto el año pasado en Barcelona, hasta donde pudieron viajar gracias al patrocinio de numerosos comercios locales. Su ambición ahora es escalar posiciones en el ranking nacional, formado cada vez por más equipos y mejor preparados. Los mejores estarán en la final europea, en Holanda.
El torneo jiennense, también fue superior al que sirvió como plataforma para lanzar el certamen internacional de robótica a toda Andalucía. Mientras que en 2010 se enfrentaron ocho equipos de la provincia y un par provenientes de territorios cercanos (fue de carácter comunitario), este han concurrido nada menos que veinte, de dieciséis centros jiennenses. Todas las provincias andaluzas, salvo Huelva, han organizado su propio torneo en 2011 vistos los resultados obtenidos en el anterior. Y es que, a pesar de las dificultades de las pruebas —la programación de un robot básico capaz de solventar una serie de obstáculos, y la realización de una propuesta científica, orientada a elaborar un modelo de transporte sostenible el año pasado y a aportar soluciones para adoptar un estilo de vida saludable este—, la dedicación de los escolares fue absoluta y la valoración de entrenadores y participantes, positiva.
Y es que la promoción de la creatividad y los valores científicos, el impulso del trabajo en equipo o la asunción de conocimientos tecnológicos que sirvan para alimentar el futuro de investigadores, son algunos de los valores que “vende” el certamen a los participantes y que se profesan en cada uno de los encuentros. Así no extrañó que los niños de institutos de Martos o La Carolina animaran a los de Alcaudete durante la gran final, ni a nadie sorprende que el respaldo institucional al certamen —el de mayor envergadura en la materia de España y, posiblemente, de Europa— sea cada vez más firme. Además del apoyo de las consejerías de Educación e Innovación, la empresa GMV, Caja Jaén, Novasoft, Oedim y Diario JAEN, el certamen contó con el sostén de Geolit, que además del espacio para la celebración de reuniones, se involucró en asuntos de logística y comunicación para divulgar el certamen con la certeza de que, durante su desarrollo, aflorarían las capacidades de importantes ingenieros, investigadores y científicos en ciernes.
Lo que sí se manifestaron fueron grandes ideas, tanto a la hora de articular el robot y ensamblar sus distintos componentes como durante las exposiciones de proyectos médicamente viables. Entre las propuestas de los escolares se encontraban una silla de ruedas con una especie de soporte para la cabeza para que las personas tetrapléjicas tengan autonomía para orientar su dirección o unas gafas especiales para invidentes capaces de detectar obstáculos a distintas alturas para evitar que quien las lleve tropiece con ellas.
Más de una veintena de voluntarios y jueces velaron, durante el certamen, para que todo se desarrollara como estaba previsto y que nadie hiciera trampas. Jaime Bauza aceptó, un año más, dirigir el certamen, configurado como un campeonato divertido, y el resultado no desmereció.
A muchos participantes les traicionaron los nervios, después de arduas semanas de ensayos, pero ni con esas hubo asomo de la idea de fracaso. Hasta los menos entrenados se sintieron satisfechos con su trabajo y acordaron volver a participar el año que viene. Las camisetas de colores y los gritos de guerra contribuyeron a que más que una competición, el encuentra fuera pura diversión. Tanto, que los organizadores se plantean llevar hasta la capital jiennense la final nacional del año que viene.