Rúbricas en contra del humo
Desde hace varios meses, una buena parte de los marteños está “que trina” por la humareda que desprende la orujera y que, a su juicio, no puede ser buena para la salud. Ya se tomaron varias medidas de protesta, como emitir las quejas al Defensor del Pueblo Andaluz o colgar en casas y establecimientos un cartel para pedir saber qué aire respiran los marteños. Tal es la inquietud, que incluso las administraciones autonómica y local estuvieron en contacto para calmar los ánimos.
Sin embargo, la preocupación no cesa. Tal y como recuerdan muchos vecinos, la humareda, que para ellos no es “vapor de agua”, vuelve a “infestar” las calles de la ciudad estos días. En consecuencia, la última de las medidas de protesta se hizo efectiva esta semana, al entregarse en el Registro Municipal del Ayuntamiento de Martos, a la atención del alcalde de la ciudad, Francisco Delgado, más de 1.500. Reivindican una solución de una vez por todas. En la exposición de motivos, los vecinos indican que desde que se autorizó la ampliación de actividad de la extractora de orujo se producen “emisiones abundantes de un humo de mal olor” que en, muchas ocasiones, cubre la ciudad, “como una densa neblina”.
Asimismo, en el escrito, avalado por las rúbricas, se expresa que “no se conoce si ese humo es perjudicial para la salud”, ya que las mediciones en calidad de aire de Martos que se conocen “se han hecho cuando la orujera no está en funcionamiento”. De igual manera, los vecinos firmantes aseguran que la extractora de orujo “está autorizada, según la declaración de autoridades competentes, a emitir una cantidad de micropartículas muy superior a la permitida por la legislación actual”.
Otra de las preocupaciones, como apuntan, es que en la combustión de ciertas materias primas en orujeras es común la producción de benzopirenos y monóxido de carbono. “Son perjudiciales para la salud y, en el caso de los benzopirenos, con demostrada relación con afecciones tumorales”, aseveran. “Aun realizándose un estudio en 2013 con la extractora sin actividad, los niveles de benzopirenos superan los aconsejables”, manifiestan en el escrito, al que tuvo acceso este periódico. De esta manera, los firmantes solicitan al alcalde que “como máxima autoridad sanitaria en la ciudad” lleve a cabo las medidas pertinentes “para salvaguardar la salud de los ciudadanos” y “haga que se cumpla la legislación actual” por parte de esta industria. Los más de 1.500 firmantes reclaman al alcalde que se asegure “como representante de los ciudadanos” de que las emisiones de la orujera “no son perjudiciales para la salud pública”.