Robo en una casa mientras sus dueños estaban ausentes

El veraneo, con frecuencia es sinónimo de robo. Que se lo digan al matrimonio de ancianos formado por Rafael Pérez Centeno y Dolores Cuevas Aguilera, que ha visto cómo, mientras pasaba una temporada en su cortijo de Montefrío (Granada), tuvo que volver, de forma apresurada, al conocer que habían robado en su domicilio de la calle Cuba, situado a solo unos metros de los pisos blancos.

19 ago 2015 / 09:04 H.


La sustracción, que puede tener un valor de varios miles de euros, supuso la pérdida de un televisor, un equipo de música —con los altavoces incluidos—, una caja con veinte litros de aceite distribuidos en cuatro garrafas, dos relojes de pulsera, unos pendientes de oro, dos sortijas del mismo metal precioso y estuches de colonia. Además, el “golpe” obligó a la pareja a tirar alimentos congelados, ya que los cacos dejaron el arcón abierto. Por otro lado, los delincuentes “reventaron” la cerradura de la puerta principal.
Según explica Rafael Pérez todos los indicios apuntan a que los ladrones accedieron a la manzana de casas desde la parte posterior, es decir, la calle Vereda del Aceitunillo. Tras superar la tapia exterior, relativamente baja, de un vecino, avanzaron por los tejados y se dejaron caer hacia el patio, desde donde entraron en su vivienda. Una vez en el interior, los autores de la fechoría dispusieron de tiempo suficiente para revolver casi todos los cajones de los muebles. No obstante, no se percataron de la presencia de doscientos euros guardados junto a una cartilla de ahorro. Lo que deja más desconcertadas a las víctimas es que los asaltantes conocían sus movimientos y sabían que llevaban varios días fuera. Eso los hace pensar en que, probablemente no sean de muy lejos del lugar. Después, para salir, al estar la puerta que da a la calle Cuba cerrada y no haber localizado las llaves, destrozaron la cerradura.
El robo fue descubierto cuando los vecinos alertaron a un nieto de los ancianos de que la luz del inmueble estaba encendida. “Otra vez, hace dos años o por ahí, ya nos entraron de una forma casi igual. Entonces se llevaron aceite y dejaron el aparato de música con los altavoces encima de un sofá”, explica Rafael Pérez, quien sospecha que los responsables de aquella ocasión son los mismos que de la actual. El hombre manifiesta que la Policía Judicial de la Guardia Civil se desplazó hasta su domicilio para buscar huellas y otras pruebas e indicios que permitan localizar y detener a los ladrones, que, probablemente, colocaron un vehículo fuera para trasladar los bienes sustraídos en la vivienda.
Ninguno de los residentes en el entorno se percató del robo mientras se perpetraba. Por ello, no existen una descripción sobre cómo son los amigos de lo ajeno que perpetraron la sustracción nocturna. “Afortunadamente el robo no nos pilló dentro”, subraya, con cierto alivio, Rafael Pérez.