Retoques para sentirse mejor delante del espejo

PEPI GALERA
Con defensores y detractores a partes iguales, la medicina estética y la cirugía plástica están ahí para solucionar problemas que, en ocasiones, se convierten en verdaderos quebraderos de cabeza o, simplemente, que hacen que uno mismo se vea mejor. Es un sector que mueve millones de euros cada año, que también lidia con la crisis y arrastra problemas como el intrusismo. ¿Tiene en Jaén mercado? La respuesta es afirmativa: las jiennenses, y también ellos, están preocupados por su aspecto físico.

    24 oct 2010 / 11:07 H.

    En cuanto a las intervenciones más frecuentes, se sigue la línea de otras zonas de España, en las que las operaciones de pecho y las liposucciones son las operaciones más frecuentes y, en medicina estética, el relleno de arrugas y la fotodepilación son las que se llevan la palma. Muchos optan por acudir a las provincias vecinas para recibir esta serie de tratamientos, sobre todo, si es cirugía. Así, Granada y Córdoba son los destinos favoritos de “turismo de bisturí”, donde hay más centros y clínicas especializadas. Al mismo tiempo, especialistas de otras provincias deciden abrir consultas en Jaén para atender la demanda existente. Un ejemplo es el doctor Francisco Acasuso, que tiene un centro de medicina estética en la capital y viaja desde Córdoba semanalmente para atender a sus pacientes en Jaén desde hace once años. “Demanda claro que hay, si no, ya hubiera cerrado la consulta y, en cambio, ya llevo once años en Jaén”, explica.
    Si se quiere trazar un perfil de los usuarios de la medicina estética, sería el de una mujer de entre 25 y 45 años, de clase media, preocupada por su físico y con independencia económica. 
    Por el momento, no existen cifras oficiales en cuando al número de jiennenses que se someten a este tipo de intervenciones, debido a dos motivos principalmente. Primero, por los desplazamientos a otras provincias y, segundo, porque los tratamientos de medicina estética —sobre todo, fotodepilación y foto rejuvenecimiento— se realizan también en centros de belleza. Este es uno de los caballos de batalla de la medicina estética. En muchas ocasiones, se realizan tratamientos por personal no cualificado. “Los profesionales de la medicina estética estamos  autorizados por Sanidad y registrados a través de Número de Identificación de la comunidad autónoma, pasamos controles regulares y nunca debemos sentirnos ofendidos si se nos pregunta si somos médicos. Ahí está el título en la pared para quien lo pida”, explica Acasuso. “Eso sí, para evitar posibles problemas, es aconsejable que siempre se busquen centros autorizados”, destaca.
     Hasta la irrupción de la crisis, en torno a un diez por ciento de españoles entraba cada año en un quirófano para mejorar su aspecto físico, lo que situaba a España a la cabeza del ránking europeo en operaciones de estética. “El sector nota la crisis, sobre todo, si se habla de cirugía. Las operaciones, como puede ser un aumento de pecho, que cuesta unos 5.000 euros, se pagaban, muchas veces, a golpe de préstamo bancario. Ahora, conseguir crédito en un banco es mucho más complicado”, señala el profesional. La bajada durante 2009 en el sector se ha cifrado, desde la Asociación Española de Cirugía Estética Plástica, en torno a un 40 por ciento. En este sentido, la tendencia es sustituir los grandes “retoques” por intervenciones más económicas, sobre todo, de mantenimiento. “Los pacientes acostumbrados a cuidar su imagen no dejan de lado sus tratamientos. Prefieren hacerse retoques cuya factura no les suponga una inversión tan significativa, como son los de medicina estética, que suelen estar entre los 300 y los 500 euros”, concluye.