Reto en Alaska
Primero fue el Montblanc, el pico más alto de los Alpes (4.871 metros), después fue el Lenin (7.154), el pasado año el Cho Oyu (8.201) y ahora llega el reto de coronar monte McKinley (6.194) en pleno corazón de Alaska. Ascender el pico más alto de Estados Unidos es el nuevo objetivo que se ha marcado la poceña Vera García que, de nuevo, formará equipo con el granadino José Manuel Sánchez. Ambos forman la expedición que esta noche comienza una aventura interesante con parada en Madrid, Franckfurt (Alemania) y Anchorage, ciudad situada en la parte centro-sur de Alaska. García y Granados, que el pasado año fundaron el Grupo Excursionista Alpino Cabaña, ha programado esta actividad como parte del proyecto del colectivo. “Vivimos con expectación las horas previas al comienzo de un reto apasionante y en el que hemos depositado nuestras esperanzas de éxito”, revela la alpinista nacida en Pozo Alcón. La intención de Vera García y José Manuel Sánchez, que realizarán la ascensión sin oxígeno, es coronar el McKinley en doce o quince días. “Estableceremos cinco campos y creo que en dos semanas lograremos el objetivo, aunque también dependerá de las condiciones meteorológicas que nos encontremos en Alaska”, indica la deportista. El monte McKinley se encuentra en el parque nacional y reserva Denali. A pesar de no ser uno de los más altos del mundo, el desnivel que hay que superar (unos 4.000 metros) desde el campo base), junto a las bajas temperaturas, dada su cercanía al círculo polar ártico, hacen del McKinley uno de los picos más complicados de ascender.
Sierra Nevada ha sido el centro de operaciones en el que se ha desarrollado la preparación de los dos alpinistas. En la estación se han desarrollado las sesiones de trabajo en la que se ha buscado la adaptación, la resistencia y se han coronado montañas para llegar en plenitud de condiciones a tierras estadounidenses. “Sierra Nevada es un lugar idóneo para ejercitarse y el análisis es positivo, porque estamos mentalizados y preparados para afrontar el reto deportivo. Todo se ha desarrollado con normalidad y es un dato importante”, destaca la alpinista.
Ahora su único sueño es coronar el McKinley, un proyecto atractivo y en el que trabaja desde hace un año junto a José Manuel, su compañero en este tipo de experiencias.
Sierra Nevada ha sido el centro de operaciones en el que se ha desarrollado la preparación de los dos alpinistas. En la estación se han desarrollado las sesiones de trabajo en la que se ha buscado la adaptación, la resistencia y se han coronado montañas para llegar en plenitud de condiciones a tierras estadounidenses. “Sierra Nevada es un lugar idóneo para ejercitarse y el análisis es positivo, porque estamos mentalizados y preparados para afrontar el reto deportivo. Todo se ha desarrollado con normalidad y es un dato importante”, destaca la alpinista.
Ahora su único sueño es coronar el McKinley, un proyecto atractivo y en el que trabaja desde hace un año junto a José Manuel, su compañero en este tipo de experiencias.
