Resurgir de nuestras cenizas
Aunque, cada año, el comercio se empeña en adelantar, un poco más, el anuncio de la Navidad, sin embargo, es, a partir del puente de diciembre cuando, personalmente, pienso que empieza a saborearse ese ambiente y estado de ánimo tan especial, que nos aportan estas fiestas. Lo cierto es que con la situación económica y laboral de tantos conocidos, amigos y familiares, y cuando no, la propia misma, según los casos, parece una frivolidad el dedicar un solo pensamiento a las celebraciones navideñas.
A mi modo de ver, no hay nada más lejos de la verdad. Cada uno a su modo, posibilidad y gusto debe encontrar la forma de evadirse del desánimo, la preocupación y los problemas. Que las crisis son cíclicas, ya lo sabemos. Y que superar los problemas nos hace fuertes, también. Pero es cierto que durante mucho tiempo pusimos nuestro esfuerzo e interés en ofertas coloristas y fastuosas. Ahora es el momento de volver a lo auténtico, a lo original, a lo verdaderamente importante. Tal vez, después de todo, seamos capaces de sacar provecho de nuestras dificultades y de nuestros errores. Y hablando de errores, me pregunto si será capaz de subsanar el suyo, nuestra Corporación Local, y si nos sorprenderá este año trayéndonos a los Reyes Magos cargados de presentes y a lomos del tranvía, y paliar así, de algún modo, el desencanto que tanta polémica trajo consigo el dichoso invento. Bonita manera de reconciliar posturas y dirimir controversias.
Abogada
Manuela Ruiz