Resaca... electoral

La situación que vive el Partido Socialista en Jaén es lo nunca visto en política. Acostumbrados a lavar los trapos sucios dentro de casa, lo escenificado en la capital en plena resaca electoral supone todo un espectáculo para los cinco sentidos. Un grupo de militantes quiere despojar del poder a la persona que los dirige -Carmen Peñalver- porque no gestionó bien la derrota en las elecciones municipales celebradas en mayo.

    23 nov 2011 / 10:54 H.

    La cuestión está en qué pasará ahora en el seno de un partido derrotado por primera vez en su historia en la provincia de Jaén y, además, en unos comicios generales. ¿Quién merece más, en estos momentos, una gestora?La consecuencia de una situación política anómala y enrevesada es que los jiennenses, los que acuden a las urnas en cada cita electoral, deben sentirse engañados porque lo que se ve en la calle es pelea interna, lucha encarnizada, y pocos esfuerzos para sacar adelante una de las provincias más castigadas por el desempleo.

    La Ejecutiva Provincial del PSOE se celebró el lunes de resaca después de la borrachera electoral del domingo. El análisis de los catastróficos datos iba a ser el plato fuerte del día pero, paradójicamente, fue la división interna que vive la agrupación municipal la que sacó de quicio a más de uno. Los asistentes salieron con las orejas rojas, no precisamente por la calefacción, y las caras que asomaban por la calle Hurtado lo decían todo. Incluso, el secretario provincial de los socialistas, Francisco Reyes, se mostró a la defensiva con los periodistas en la rueda de prensa que dio a las diez de la noche. No se sentía cómodo con algunas de las preguntas planteadas y, sobre todo, se le notaba tenso después de las palabras que tuvo que escuchar en la acalorada cita.

    A la mañana siguiente, Carmen Peñalver no dejó títere con cabeza. Habló alto y claro, con tranquilidad y mesura, y dijo que no se rendirá ante un grupo de militantes que busca echarla a patadas por la derrota electoral de mayo. Habló de "acoso político y personal", aunque matizó que se trata de un "sentimiento". Y fue aplaudida por los suyos, que ya son pocos, pero se muestran como una piña.

    Hay quienes dicen que la reunión que mantuvo Francisco Reyes con José Antonio Griñán el lunes en Sevilla fue para algo más que para analizar el 20-N y ver el camino a seguir. La interpretación más comentada es que consiguió el visto bueno del líder socialista en Andalucía para crear una comisión gestora que dirija, a partir de ahora, la dirección local del partido. Sin embargo, otras voces hablan de que la decisión no la tomó precisamente Griñán, porque el conflicto interno de la capital extiende sus tentáculos al músculo andaluz de una fuerza política debilitada en las urnas. Habrá que ver quién gana y son dos paisanos los que mantienen vivas las reglas del juego: Gaspar Zarrías y Mar Moreno.