Réquiem por enfermos y fallecidos en Mancha Real
La cofradía de la Virgen del Rosario y los romeros de Mancha Real celebraron, el pasado sábado a las once y media de la mañana, una misa en la ermita de la patrona. El campanero “oficial” avisaba a los vecinos con los primeros toques para que acudieran a la celebración religiosa. La cita coincidió con el último fin de semana de la Pascua de Resurrección, víspera de Pentecostés y, también con el mes de culto en honor de todas las vírgenes la Cofradía de la Virgen del Rosario, junto con un gran número de romeros, fieles y devotos de la patrona de Mancha Real, que se congregaron para celebrar una misa romera oficiada por el párroco de San Juan Evangelista, Mariano Cabeza Peralta.

El buen tiempo y el incomparable marco natural hicieron que más de un centenar de vecinos acudieran a la ermita de la Virgen del Rosario —y a sus inmediaciones—, ubicada en la sierra conocida como las Francias, que limita con el municipio de Pegalajar. La celebración religiosa se ofició para recordar a los mancharrealeños fallecidos a lo largo de este año. También estuvo dedicada las personas enfermas. Durante la misa —y de forma espontánea—, a sugerencia del sacerdote, se hicieron las tradicionales peticiones. Una de ellas, sin duda la que más conectaba con la propia esencia de la ceremonia, fue que la Virgen intercediera por los allí presentes. Entre las cosas que se pidieron destacaron salud, trabajo duradero y digno y el final de los conflictos, cuestiones de capital importancia más allá de la situación económica. Ya en el sermón, Mariano Cabeza recordó la necesidad de encontrarse con Dios en la comunión. Además reflexionó sobre los afortunados, que son quienes no sufren ningún tipo de problema. El párroco tuvo tiempo de recordar “lo barato que sale” ser cristianos en España, ya que en otras naciones tienen que vivir con el temor de ser perseguidos por su fe o, incluso, por algo aún más dramático: que un artefacto explote en su iglesia. Tras finalizar la misa, romeros y devotos de la patrona de Mancha Real, Nuestra Señora la Virgen del Rosario, realizaron una convivencia en las inmediaciones de la ermita, en la sierra de las Francias, donde disfrutaron de comidas típicas campestres, así como de grandes ratos de charla y diversión en fraternidad. Fue un momento para valorar el presente de la hermandad.