La tercera provincia que más dinero se deja en Lotería
Irene Bueno
Es el día de la salud por antonomasia, aunque unos pocos, además de esto, podrán disfrutar de los millones que reparta el Gordo de Navidad. Mañana es 22 de diciembre y, desde antes de las nueve de la mañana, el salón de Loterías y los niños de San Ildefonso centrarán la atención de todo el país y de parte del extranjero. No en vano es el sorteo para el que se reparten más billetes por todo el mundo. Incluso, el que ha servido de pretexto para más cantidad de timos a lo largo y ancho del planeta. La Organización de Loterías y Apuestas del Estado (Onlae) prevé que este año se vendan en las administraciones jiennenses décimos por valor de algo menos de cuarenta millones de euros. Para satisfacer la previsible demanda, para el pasado 15 de octubre ya tenía repartidas entre las oficinas jiennenses 42.127.600 euros. Sin embargo, de esta cifra, se producirán unas devoluciones aproximadas de unos tres millones de euros. Sólo Huelva y Cádiz juegan

Es el día de la salud por antonomasia, aunque unos pocos, además de esto, podrán disfrutar de los millones que reparta el Gordo de Navidad. Mañana es 22 de diciembre y, desde antes de las nueve de la mañana, el salón de Loterías y los niños de San Ildefonso centrarán la atención de todo el país y de parte del extranjero. No en vano es el sorteo para el que se reparten más billetes por todo el mundo. Incluso, el que ha servido de pretexto para más cantidad de timos a lo largo y ancho del planeta. La Organización de Loterías y Apuestas del Estado (Onlae) prevé que este año se vendan en las administraciones jiennenses décimos por valor de algo menos de cuarenta millones de euros. Para satisfacer la previsible demanda, para el pasado 15 de octubre ya tenía repartidas entre las oficinas jiennenses 42.127.600 euros. Sin embargo, de esta cifra, se producirán unas devoluciones aproximadas de unos tres millones de euros. Sólo Huelva y Cádiz juegan
menos dinero que Jaén en el entorno de Andalucía. De hecho, el cierre del balance del pasado año reveló que se habían vendido en la provincia décimos por valor de 35.633.560 euros o lo que es lo mismo, unos 53,61 euros por jiennense. No obstante, en estos datos sólo se contabilizan las ventas reales que se producen en todos los municipios de la provincia pero no se tiene en cuenta la gran cantidad de billetes que, a través de vendedores o distribuidores particulares llegan desde otras provincias de España.
Hay que recordar que, precisamente, la última vez que llegó un pellizco importante de la Lotería de Navidad a Jaén, hace cuatro años, lo hizo a través de una serie de décimos que procedían de Sort (Lérida) y que “los Perolillas”, unos hermanos panaderos de la Sierra de Segura, junto con la Hermandad de San Marcos de Beas, distribuyeron por buena parte de las poblaciones de la comarca. La administración de Doña Manolita, de Madrid, y la del Gato Negro, de Sevilla, son otros de los puntos en cuyo balance de ventas aparece una importante aportación de las compras de los jiennenses.
En concreto, por la provincia de Jaén se han comercializado 210.638 billetes de los 16.575.000 de que consta la emisión total que realiza el organismo de Loterías y Apuestas del Estado con motivo de El Gordo de la Navidad. La novedad de este año es que se ha producido un nuevo aumento del número de series. Así, se imprimen 195 series de 85.000 números, en décimos de veinte euros. Esto supone que, de venderse todos los billetes, lo recaudado superaría los tres mil millones de euros, concretamente, 3.315.000.000 euros. Es, además, el sorteo que mayor proporción de lo recaudado dedica a premios, el 70%. De esta manera, mañana habrá unos 2.320.500.000 euros que cambiarán de manos.
Las cifras de lo que cada español gasta en lotería no coincide con la de las ventas reales. Esto se debe a que la venta del “Gordo de la Navidad” genera pingües beneficios en entidades de todo tipo, desde asociaciones o cofradías, hasta clubes deportivos o grupos de los colegios. Está establecido legalmente el margen de beneficio que, en este caso, corresponde tanto si se vende el décimo completo como si se hace por participaciones. En este sentido, las cuentas son claras. Si un jiennense es agraciado con el primer premio del sorteo de mañana, por cada euro jugado le corresponderán 15.000. Así, las típicas participaciones de 2,40 euros, por las que se paga 3 euros, recibirían unos 36.000 euros, o lo que es lo mismo, alrededor de seis millones de las antiguas pesetas.
Las aproximaciones al primer premio se pagan a cien euros por euro jugado. El segundo premio ofrece cinco mil euros por cada euro jugado. Un décimo de veinte agraciado tendrá cien mil euros (algo menos de diecisiete millones de las antiguas pesetas) y uno que reciba el tercer premio tendrá 2.500 euros por cada uno que halla jugado. El cuarto y el quinto se pagan a mil y 250 euros respectivamente por cada uno invertido. Además, existen una gran cantidad de aproximaciones, predeas, centenas y reintegros. A pesar de resultarán premiados con alguna cantidad 13.334 billetes, la posibilidad de no recibir ni un mísero reintegro es del 85 por ciento.
Entorno al sorteo, que está ya próximo a cumplir los doscientos años de vida, existe una “parafernalia” que cada año se repite y se vigila con especial precaución. Hoy mismo, el 21 de diciembre, se realiza, públicamente, el examen y recuento de las bolas de los números y premios que se van a utilizar para efectuar el sorteo. Una vez que concluye la operación, se desaloja el salón y se aseguran con cerrojos todos los accesos, a excepción de la puerta del estrado, cuyas llaves quedan en poder de tres diferentes claveros, una vez cerrada y precintada.
Mañana, el salón se abre a las ocho de la mañana y se permite la entrada a todos los espectadores sin más limitación que la del aforo del local. A las ocho y media, se constituye la mesa que preside y autoriza el sorteo y, posteriormente, las bolas, previa autorización del presidente, podrán ser comprobadas por los asistentes que lo soliciten. Seguidamente, las bolas son transportadas mecánicamente en la tolva, donde han sido depositadas previamente, hasta el bombo.
La operación se efectúa tanto con las bolas de número como con las de los premios. Por último los bombos son cerrados y, a una señal del presidente, se voltean simultáneamente. La suerte está echada. Ya sólo queda cruzar los dedos y esperar que dos alumnos del colegio San Ildefonso hagan coincidir el número con el premio. Así se van completando las tablas en series de doscientas cifras. El sorteo concluye cuando el bombo de los premios queda totalmente vacío. Aquel que no haya sido agracidado, lo más probable, tendrá que esperar al próximo año para probar suerte.
¿Qué pasó con el calvo?
A pocos les sonará el nombre de Clive Arrindell. Sin embargo, si se hace referencia al “calvo” que, durante ocho años, protagonizó el anuncio con el que el Organismo de Loterías y Apuestas del Estado (Onlae) invitaba a participar en el sorteo a todos los ciudadanos, es fácil ponerle cara a esta persona. Este británico fue el modelo que la agencia francesa Publicis, que ganó el concurso convocado por la Onlae, utilizó para crear un personaje cuya imagen llegó, casi, a eclipsar la propia esencia del sorteo. En concreto, esta es la excusa que el mismo organismo de Loterías ofreció cuando, prescindió de sus servicios en la campaña publicitaria del pasado año 2007. Otro buen motivo para cambiar de estrategia publicitaria es que Clive Arrindell recibía, cada año, entre 120.000 y 150.000 euros de esta casa por trabajar en exclusiva para dicho anuncio. Así, los encantos del clásico Sorteo de Navidad han seducido a los responsables de cadenas de televisión de medio mundo y a directores de cine desde que comenzó su andadura en el año 1812.Testimonios

“Compras con ilusión, pero no te imaginas que, realmente, te puede tocar a tí ”
Fernando Rascón jugaba, a medias con un amigo, uno de esos décimos que desde S’Ort viajaron hace cuatro años a Beas de Segura con el primer premio del Gordo. Ganó algo más de dieciséis millones de las antiguas pesetas. La cantidad no le permitió cambiar su vida del día a la noche, pero sí afrontarla de una manera más “desahogada”. Coincidió que estaba haciendo obras en su casa y el dinero que le “llovió” le posibilitó hacer todas las reformas previstas y, algunas que surgieron después. Además, pudo reservar una parte para tener un “pequeño colchón”. Explica que, tanto él como su mujer hacen su vida igual que antes. Los dos continúan trabajando en sus respectivos empleos pero, aquel “regalo” les ha hecho vivir los últimos cuatro años con mayor tranquilidad. Descata que antes, un sueldo era para pagar la hipoteca y el otro para vivir. Sin embargo, ahora puede disponer de más dinero cada mes, ya que no tiene la presión de las letras bancarias. Ha logrado el gran sueño de la mayoría de los españoles.
“Me confié más de lo que debía y gasté en una obra por encima de mis posibilidades”
Este 22 de diciembre se cumplirá una década desde que la fortuna de la lotería de Navidad visitara el municipio de Mengíbar. Joaquín Gálvez fue uno de los agraciados con aquellos décimos que regaló entre sus clientes Francisco Medina, el dueño del estanco. Le tocaron 7.200.000 pesetas de las de entonces, toda una fortuna con la que afrontar su proyecto más inminente, la reforma del bar que regenta. Sin embargo, reconoce que gastó más de lo que debía y que se endeudó, hasta el punto de que, diez años después, comienza a salir de ese “atolladero”. Para Joaquín fue una gran ilusión, sobre todo, porque el premio estaba muy repartido y había sido un regalo. El dinero le ayudo a afrontar la mejora de su negocio, una intervención que tenía prevista, pero que pudo realizar con un poco más de respaldo. Por lo demás, para Joaquín la vida continúa igual. Su establecimiento está abierto de seis de la mañana a doce de la noche y él sigue detrás de la barra.
“Puedo decir que en 2004 comenzó una nueva vida para mí y mi familia”
El año 2004 marcó un antes y un después en la vida de Pedro María Maza su familia. Después de doce años en Madrid, decidió volver, con su mujer y sus hijos, a su Beas natal. Una noche, mientras tomaba una cerveza con unos amigos en una terraza le ofrecieron dos décimos de S’Ort. Eran tres parejas y los compraron a medias. Pedro obtuvo más de 22 millones de las antiguas pesetas. Justo un día antes del sorteo su mujer abrió una tienda, que va viento en popa y él logró una plaza en la oficina de Desarrollo Local de la Sierra de Segura. Asegura que no compró grandes coches, ni caprichos, pero que pudo terminar de pagar la tienda y el ático en el que vive. Desde entonces, Pedro y su familia pueden irse cada año unos días a la playa sin preocupaciones económicas y disfruta con los amigos de escapadas de fines de semana. Preside la Hermandad de San Marcos y se siente afortunado por poder disfrutar de aquellas pequeñas cosas que siempre había anhelado.