Reforma sin reforma

El Partido Popular quiere impulsar una reforma electoral para que sea la lista más votada la que dirija las riendas del municipio. Busca la eliminación de pactos “oscuros” en los despachos y frenar la llegada de los candidatos menos votados a las alcaldías. Respetar la voluntad del pueblo.

10 ago 2015 / 09:19 H.

Plantea dos supuestos para que la fuerza mayoritaria en las urnas pueda llevarse, directamente, la mitad más uno de los concejales. El primero, cuando obtenga más del 35% de los votos y supere al siguiente por un 5% y el segundo, en caso de que pueda presumir de más del 30% de los apoyos y supere al segundo de a bordo por el 10%. Hay otro más. Si ningún partido cumple los requisitos anteriores, se procedería a una segunda vuelta en la que podrían participar todos los grupos que hubieran obtenido, al menos, el 15% de sufragios en la primera votación. Si se aplican los resultados del 24 de mayo a la propuesta reformativa, el resultado no puede ser más catastrófico. Los datos demuestran que la reforma se queda sin reforma en la provincia de Jaén.

En 78 de los 97 municipios jiennenses hubo mayoría absoluta en las pasadas municipales, es decir, en más del 80% de los pueblos y ciudades. La iniciativa que plantean los populares, criticada por la oposición por las prisas y por un supuesto beneficio para quien ahora gobierna en España, se tendría que aplicar solo y exclusivamente en los 19 ayuntamientos en los que hubo posibilidad de pacto. La principal conclusión que se extrae con una fórmula que no deja de ser pura matemática es que solo se producirían cambios en 3 alcaldías. Irrisorio. Se trata de lugares en los que los alcaldes gobiernan, en la actualidad, después de pertenecer a una lista distinta a la más votada el 24 de mayo.

En primer lugar, por orden alfabético, se encuentra Begíjar. El socialista Andrés Gárate gobierna, en estos momentos, gracias a un acuerdo con el Partido Andalucista y el apoyo puntual de Izquierda Unida. Es uno de los 2 municipios de la provincia en los que los pactos hicieron que el Partido Popular saliera desbancado. El otro fue Torredonjimeno. Si se aplicara la reforma electoral que hay en ciernes, el Partido Popular saldría beneficiado, de tal forma que, directamente y sin necesidad de pasar por esos “despachos”, Damián Martínez Resola se alzaría con el bastón de mando. Es el único caso en el que los populares saldrían ganando con el cambio electoral que ellos mismos proponen.

En segundo lugar está Jamilena. Crispín Colmenero sigue al mando del Ayuntamiento gracias a esas conversaciones postelectorales que se producen entre los partidos. No obstante, con la iniciativa que se debate en estos momentos, los socialistas saldrían favorecidos y José María Mercado sería, hoy en día, alcalde por la vía rápida. A los socialistas les arrebataron la Alcaldía en Jamilena, Sorihuela del Guadalimar y Villanueva del Arzobispo mediante esas temidas alianzas “matrimoniales” que nunca duran más de tres años.
En tercer lugar se encuentra, precisamente, Sorihuela. Ana Belén Rescalvo, del Partido Socialista, que fue la más votada en las urnas, y ella saldría beneficiada con la reforma pretendida. Sin embargo, es el popular José Manuel Leal el actual alcalde. La reforma no tendrá el pretendido efecto mariposa.