Reflexión sobre la crisis y los recortes en Educación

Isabel Medina desde Jaén. Dicen los entendidos que con recortes en educación y en sanidad vamos a salir de la crisis. Además, como lo que más importa es fomentar el consumo, inyectamos más dinero a los bancos. Parece que hemos olvidado aquel viejo dicho que decía algo así como que era mejor enseñar al hambriento a recoger su comida que dársela sin más.

    07 may 2013 / 15:27 H.

    Y es por ello que lo que prima es dar más dinero a los bancos y no concienciar a la sociedad de que gaste de una forma racional. Prima que el dinero se mueva rápidamente aunque nadie lo vea y corran a las Islas Caimán. Parece que todos hemos olvidado la importancia o significado de una sociedad que apuesta por la educación. Parece que se pasa por alto que lo que puede sacar a una sociedad de una crisis como la que nos ocupa son las mentes brillantes porque una sociedad que invierte en la educación de sus conciudadanos es una sociedad que facilita a través de leyes que estos realicen investigaciones que inviertan en su mercado, que creen infraestructuras. Ellos encontrarán, en el caso de científicos, la solución al cáncer, epidemia de nuestros días, o al sida. Pero no solo hay que invertir en educación, sino también en formadores ya que ellos serán los que después en sus aulas, los profesores, formarán a esa sociedad élite racional y que, ante situaciones como la que nos ocupan, encontrarán soluciones rápidas. Además, no olvidemos que una sociedad que recibe ayudas de su Estado y que se encuentra comprometida con este es una sociedad que agradecerá la ayuda prestada dando, por ejemplo, derechos sobre sus patentes, imagen o colaborando con este para la creación de nuevas becas de inserción laboral. Una pequeña reflexión: ¿Creéis que hay algo más gratificante que ayudar al ingeniero que construirá el edificio más grande del mundo? Y, eso, además de conllevar prestigio para el país de ese ingeniero capaz de haber formado a alguien tan brillante. También se está creando empleo, ya que serán muchos los que querrán visitar ese edificio, con lo cual atraeremos turismo. Si privatizamos la educación, a no ser que esas mentes maravillosas de las que hablo pertenezcan a familias de un poderío económico medio o alto, verán cómo su sueño queda convertido en ceniza. Terminaré diciendo que parece mentira que esta situación recuerde a la antigua Roma en la que una de las frases características era esa de “Dad al pueblo pan y circo y no se quejará”, a pesar de que, como todos nos saciamos de decir, la sociedad ha evolucionado y ahora somos menos manejables y no nos movemos por instintos. Es más, alguien se ha parado a pensar que no hacen falta tantos canales en la televisión, que la información veraz y real se obtiene igual con 20 canales que con 5, que quizás esas televisiones estatales tengan que plantearse sustituir algunos de sus programas porque la función primordial de la televisión es informar y, como opcional, entretener.