Recuperar el prestigio del docente, prioridad en la enseñanza

Con el comienzo del curso esta semana en la Universidad prácticamente se da por cerrado el círculo de la incorporación del alumnado a todos los niveles educativos, desde Infantil hasta ciclos superiores. Como todos los principios, son días de reajustes y de encajes para que tanto estudiantes como profesores y todo la comunidad educativa en general se incorpore con la máxima normalidad a sus puestos. 

    19 sep 2010 / 11:31 H.

    Sólo en Infantil y Primaria son 10.615 los docentes que se dedican a dar clase a los más pequeños de la escalera educativa, alrededor de 65.000 repartidos en 255 centros de la provincia. Un colectivo muy amplio que se encuentra, desde hace años, en el punto de mira por los continuos casos de falta de respeto y que necesita recuperar, por encima de todo, el prestigio necesario para hacerse valer tanto ante sus alumnos como ante la sociedad en general. El papel decisivo que juegan en el desarrollo personal de los escolares está fuera de toda duda y esa complicada y fundamental tarea profesional precisa de un mayor respaldo desde todos los frentes. Formar, en el más amplio sentido de la palabra, es una responsabilidad tan importante como, en ocasiones, devaluada. Desde la Junta de Andalucía se hace especial hincapié, en este comienzo del curso, en la necesidad de mimar un colectivo de profesionales que tiene en sus manos el futuro como persona de los pequeños que ven a diario. Bien es cierto que la falta de respeto es característica casi generalizada en la generación actual, pero en el caso del profesorado implica una peligrosa falta de credibilidad. Desde las administraciones públicas es preciso inculcar la imagen del maestro como formador, con una imprescindible carga de vocación que no todas las profesiones necesitan, pero que en esta resulta decisiva para ofrecer calidad. Y a este tipo de docentes es a los que hay que primar y mimar.