Recortes en la democracia

Los recortes económicos de la troika han hecho que en Grecia se prescinda de vigilantes en museos e inmediatamente han proliferado robos en pinacotecas de obras de Picasso y Mondrian y en el museo arqueológico de la antigua Olimpia, en el Peloponeso, que han motivado la dimisión del ministro de Cultura, han mermado el carácter comunitario del patrimonio cultural universal y han hecho que muchos digan:

    28 feb 2012 / 12:00 H.

    “¡Aún nos queda el consuelo del Partenón!”, aunque bien saben los atenienses que parte del Partenón y otras obras de clasicismo, los expropió el imperio inglés y lo exhiben en el British Museum de Londres. En España, emplazada como Grecia en el dominio neoliberal de Merkel, los recortes no mejoran la economía sino que aumentan el paro, acercan el peligro de la recesión e impulsan recortes en la calidad de vida y en la democracia. En paralelo, la condena del magistrado Baltasar Garzón aleja la justicia del pueblo, escandaliza en el mundo civilizado y es festejada por románticos de la dictadura; la reforma laboral conculca derechos sociales consolidados por generaciones y devuelven la imagen de un capitalismo despiadado; la acumulación de poder, el gobierno  la invierte en anular derechos de mujeres, jóvenes y minorías; la educación y la salud públicas se perfilan como objetivos a batir. Y esto no es todo: mayores recortes aún en democracia, libertad y estado del bienestar están por venir si los ciudadanos no reaccionan a tiempo y solidariamente. Gabriel Ureña es Profesor