Recorrido pictórico por el clasicismo y el costumbrismo del siglo XVII

Diana Sánchez /Jaén
Bajo el título de Renacimiento, el pintor granadino José María Vargas Cienfuegos presenta en la sala de exposiciones de CajaGranada una colección de obras de temas costumbristas y clásicos. La  muestra pictórica estará abierta al público hasta el próximo 8 de marzo.

    25 feb 2011 / 18:12 H.


    La tranquilidad y paciencia que emite el pintor José María Vargas Cienfuegos cuando explica sus creaciones es la misma que se siente cuando uno se pone ante las creaciones. Así, con esta predisposición, los cuadros que presenta el granadino en la sala de exposiciones de CajaGranda llevan al espectador a un viaje por el tiempo entre los siglos XVII y XIX. Escenarios costumbristas y populares ubicados en rincones andaluces como la Alhambra de Granada, y protagonizados por gitanillas o grupos de personas que bailan y se divierten. “Me gusta ambientar mis pinturas en estas épocas. Son mi principal inspiración”, explica el autor de la colección.
    Debido a la horquilla histórica en la que contextualiza sus creaciones, Vargas Cienfuegos presenta una diversidad también en la temática. De esta forma, los visitantes a la sala podrán descubrir la sensualidad de algunos cuadros en los que la figura femenina domina el lienzo, en un estilo hiperrealista. En otros, se llega a advertir cierto surrealismo como la obra en la que representa una escena erótica, con una pareja que está acostada en una cama imaginaria pero que está dibuja en mitad de unas escaleras de caracol destruidas.
    En la exposición también se aprecian guiños a la literatura inglesa, como en el bodegón de unos libros de Shakespeare junto a unas almendras; o en la obra en la que el protagonismo lo toma el vino dulce malagueño junto a unas uvas y membrillos. Una mirada a la infancia, predomina en una simpática pieza en la que un niño rompe la vajilla de una lacena. En el apartado de paisajes,  Cienfuegos no sólo se queda en la tierra andaluza, ya que presenta una escena típica de Venecia. Como ya centraron los artistas renacentistas, el autor granadino recurre a la mitología con la representación de una sirena inspirada en los cánones de belleza del siglo XVII o una bella mujer que toca el arpa a orillas de un onírico estanque.
    Un recorrido pictórico, clásico, pero que se mantiene fresco.