Realistas
El peso de la realidad es siempre excesivo. La mayoría de las veces tiene raíces demasiado experimentadas, retorcidas y adaptadas a la tierra donde ha crecido hasta hacerse su dueña. La realidad, compuesta por el poder, se conforma a su imagen y semejanza, a él somete su extensión y crecimiento.
23 oct 2014 / 10:11 H.
Cuando el poder dice que “hay que ser realista” ya intuimos lo que nos quiere expresar: que hay que conservar, controlar los movimientos. Así, la realidad no es un presente imantado de futuro, sino un regreso al pasado para afianzar los privilegios de unos privilegiados. Ser realista es ser desertor del futuro.