Real Jaén. Una tarde de reencuentros
La Nueva Condomina acoge hoy, a las seis de la tarde, un partido de emociones encontradas. El Real Jaén y el Murcia, opositores al ascenso, no sólo comparten aspiraciones deportivas en el presente. También huellas del pasado. En sus plantillas figuran nombres con vínculos hacia el rival que confieren al duelo una connotación especial.
Los focos de la cuarta jornada alumbran Murcia, donde hoy comparecen dos entidades históricas con un objetivo común: el ascenso a Segunda División A. Ambos portan el cartel de aspirantes y, a su vez, necesitan mejorar las sensaciones del arranque liguero para justificar sus candidaturas.
Por un lado, el Real Jaén está en el proceso de búsqueda de una nueva identidad. José Miguel Campos lidera un proyecto deportivo que aún está por carburar. La superioridad exhibida en la victoria ante el Alcalá (2-0), obligatoria tras la derrota en Cádiz y el empate con el Melilla, no invita a extraer conclusiones. Necesita de un rival con mayor pedigrí para calibrarla. El cuadro sevillano apenas ofreció resistencia. Rehuyó el fragor de la batalla y no tardó en izar la bandera blanca. Hoy, al Real Jaén se le presenta una ocasión inmejorable para evaluar su potencial. El Murcia se trata de un club de postín y dispone de una plantilla experimentada. Para equilibrar la balanza, tampoco puede alardear de juego ni posición clasificatoria. El conjunto de Iñaki Alonso, recién descendido, sólo suma una victoria en tres jornadas, ante el Sevilla Atlético (1-3), y encadena dos empates con el Roquetas (0-0) y el Cádiz (1-1).
Más allá de sensaciones y números, el partido sobresale por la dimensión emocional que lo rodea. Los reencuentros se sucederán en La Nueva Condomina. Los habrá en los banquillos y sobre el césped. Por el bando jiennense, José Miguel Campos, el técnico, se ve las caras por primera vez con la entidad a la que salvó de la quema en 2008 y de la que salió por la puerta de atrás el pasado ejercicio. El murciano regresa a su casa de la mano de los futbolistas Rojas y José Mari. A Juanjo, cedido por la entidad pimentonera, le impide actuar una claúsula de su contrato. El lateral es una de las ausencias en el Real Jaén. Álvaro Valdés, lesionado el pasado domingo, y Galera habitan la enfermería, a falta de comprobar si Zarandona supera su contractura. Las bajas obligan a modificar la alineación y jugadores como Fabios y Machado ganan enteros para aparecer en el once.
En el Murcia también hay lugar para la nostalgia. Desde la meta hasta el ataque, pasando por el preparador de porteros. El hispano-venezolano Dani Hernández, premio Zamora y héroe en la etapa de Carlos Terrazas, se perfila suplente. De su preparación se encarga el uruguayo Avelino Viña, cancerbero del Real Jaén en los noventa. Forma parte de la memoria colectiva blanca tras su excelsa actuación en la Copa del Rey del ejercicio 92/93. El lateral Ander Gago, de paso fugaz por Jaén, también milita en el Murcia, junto con Antonio Cañadas, aquel diminuto genio que encandiló a la afición jiennense una temporada. Óscar Sánchez, sancionado por su expulsión en Cádiz —Luciano también vio la roja y es baja— completa la nómina de viejos conocidos. Integraba la plantilla del Real Jaén en la última derrota de los blancos en Murcia, allá por 2002.
Han pasado ocho años y esta tarde no sólo se reencuentran los conjuntos, también la historia, la urgencia y varios nombres propios con el corazón dividido.
José Ramón Casado / Jaén